Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tribuna

Hablemos de Joan Mir, el futuro que viene

Pues sí, parece que el deporte mallorquín empieza a preparar el relevo del tremendo campeón que aún es (y será) Jorge Lorenzo. Pues sí, parece ser que aquellos que aseguraban, a finales de la pasada temporada, que este palmesano, nacido el primero de septiembre de 1997, tenía pinta de ser el principal candidato al título mundial de Moto3, acertarán. Pues sí, quienes le tachaban de poco experto (ayer, en el mítico Le Mans, corrió su Gran Premio número 24), no sabían que Joan Mir está hecho del material con el que se fabrican los sueños.

Y ahí está Mir, vencedor de tres (Catar, Argentina y Francia) de las cinco carreras que se han celebrado (fue tercero en Jerez y se despistó en Austin, Texas, EE UU), liderando con una solidez insultante el Mundial de Moto3, con 99 puntos, nada más y nada menos que 34 más que el italiano Romano Fenati, de 21 años, despedido, el pasado año, por Valentino Rossi tras propinarle un puñetazo a su amigo Uccio y romper una nevera del flamante equipo Sky del ´Doctor´.

? Mir no solo pinta con ser heredero de los números prodigiosos de Lorenzo sino que puede, dado su carisma, su simpatía, su educación, su don de gentes, convertirse en otro de los grandes y enormes deportistas que ha dado las Balears. Mir, que ayer salía desde la tercera fila de parrilla, realizó una carrera fantástica, remontando poco a poco posiciones y, al llegar a la pareja que lideraba la prueba, Fenati y el también español Jorge Martín, que había arrancado desde la pole position, esperó su momento.

Y su momento, no de gloria, que está por llegar, se produjo en dos vueltas seguidas, las que emplearon, primero Martín para irse al suelo, sin que nadie le empujase y Fenati, que rodó por el asfalto ante la mirada atónita del propio Mir. A partir de ese instante, el joven mallorquín, líder del poderoso equipo Honda, supo, no solo administrar su ventaja, sino aumentar con respecto al numeroso grupo, liderado por el también español Aron Canet (segundo ayer), que se disputaban las otras dos plazas del podio.

Y la verdad es que todo empezó con susto, pues se frustró la primera salida debido a una caída multitudinaria, en principio por una maniobra forzada de varios pilotos pero, de inmediato, por una pérdida de aceite de la Peugeot del checo Jakub Kornfeil, que dejó la pista inundada, en esa primera vuelta, y empezaron a caer hasta quince pilotos.

Hace dos años, Mir lloraba desconsoladamente en este mismo trazado, en Le Mans, tras caerse. Ayer, en la sala de prensa, era el hombre más feliz del mundo pero, también, o sobre todo, el muchacho más prudente que existe. "Siempre me ha encantado este circuito, siempre, pero me ha costado mucho recuperarme del susto que me he llevado tras la primera salida. De verdad, aquello parecía la película 300, ¿la habéis visto, no?, caían las motos, volaban por encima mío pilotos, he llegado a pensar que lo había provocado yo todo, que se me había ido la moto de delante€ ¡qué sé yo!, pero, al final, ha sido el aceite, sí".

Mir, que tuvo que pasar por la clínica del circuito para que le dejasen tomar la salida en la segunda carrera, gritaba en el hospital "¡no tengo nada, no tengo nada!", pero la verdad es que corrió todo el Gran Premio con un fuerte golpe en la pierna derecha "que espero saber qué es pues, cuando estás en la pista, se te olvida todo".

? El mallorquín estaba convencido de que, no solo atraparía a Martín y Fenati, sino que tenía posibilidades de ganarles en la lucha. "No le deseo mal a nadie ¡a nadie!, pero tanto Martín como Fenati me han echado una mano. Claro que, en otra ocasión, puede ocurrir al revés. Así son las carreras. Pero yo me veía con fuerzas de ganarles. En ese sentido, he de decir, al margen de dedicarle la victoria al bueno de Nicky Hayden para que se recupere lo antes posible, aunque sé que está muy, muy, mal, es que mi equipo ha hecho un trabajo increíble pues, en pocos minutos, han reconstruido y dejado mi Honda a punto para ganar".

Mir no quiere hablar de que ya es líder solitario. De que tiene el Mundial muy bien enfocado. De que huele a campeón. De que 34 puntos, cuando solo se llevan cinco carreras, es mucho ("no, no, es poco, es poco... porque solo se llevan cinco carreras" y ríe). De que tenían razón los que decían que tenía cara de futuro campeón. "Vamos a seguir con los pies en el suelo, con la cabeza en su sitio, confiando en el equipo, preparándonos como si aún no hubiésemos ganado, ni fuésemos líderes, como si no contáramos con 34 puntos de ventaja, vamos a pelear por el podio o los puntos el día que no se pueda ganar. Vamos a disfrutar de esta victoria y a prepararnos para Mugello".

Se lo digo. No quiere tener pinta de campeón. Hace bien. Pero huele a laurel. A cava.

Compartir el artículo

stats