Si a principio de temporada a alguno se le hubiera ocurrido decir que el Mallorca tendría posibilidades más que reales de descender a Segunda B y el Atlético Baleares de ganarse el derecho a militar en la categoría que a punto está de perder su gran rival palmesano, le hubieran tachado de loco. Pues la posibilidad es cada vez más verosímil tras los resultados de este fin de semana. El Mallorca perdió, como casi siempre, y el conjunto blanquiazul se metió merecidamente en el play off de ascenso con su victoria sobre el Alcoyano y la del Levante B sobre el Badalona.
En solo un par de meses,. Josico ha dejado en evidencia a Ziege, su predecesor en el banquillo. Respaldado por el presidente Ingo Volckmann hasta que a este se le acabó la paciencia, el técnico alemán nunca dio con la tecla en un equipo que el tiempo ha demostrado que no era tan malo como los resultados parecían indicar. En nueve jornadas, Josico ha remontado diez puntos más el golaverage con respecto a las plazas de promoción, toda una heroicidad. El Atlético Baleares se ha ganado a pulso optar a la Segunda A, desde la modestia y sin hacer excesivo ruido. Suban o no, la temporada ya es de notable.
Por contra, la llegada de Sergi Barjuan no ha supuesto el revulsivo que se esperaba en el Mallorca. El equipo ha ganado dos partidos, ha perdido otros dos y los dos empates tienen el sabor de la derrota por haberse producido ante dos rivales directos. El técnico catalán no ha conseguido mejorar las pobres prestaciones de sus jugadores, incapaces de salir del fango en que se encuentran casi desde el mismo inicio de la temporada. Sigue estando en sus manos, pero viéndoles en Valladolid, se hace difícil hacerse ilusiones de que van a ganar los cuatro partidos que faltan, por mucho que el calendario no sea del todo malo. Sufren ante cualquier rival por su fragilidad en defensa y sus enormes dificultades para aproximarse al gol. Esta es la triste realidad de este Mallorca, que por primera vez en su historia ve cómo el Atlético Baleares puede militar en una categoría superior. Un intercambio de papeles nunca visto.
Tres de tres de Nadal. El inicio de temporada del tenista mallorquín es para enmarcar. Ayer, en el Masters 1.000 de Madrid, sumó su tercer título de la temporada en su sexta final del año. A quince días de que empiece Roland Garros, donde aspira a su décimo título, Nadal es el tenista más en forma del momento y ratifica partido a partido, torneo a torneo, que es el mejor de la historia sobre arcilla. Las dificultades que presentó el austriaco Dominic Thiem, llamado a tomar el relevo de los más grandes, da más mérito a la victoria del manacorí quien, sin lesiones, vuelve a ser el jugador capaz de ganar a cualquiera en la superficie que sea.
Sin abandonar el tenis, la propuesta del futbolista Gerard Piqué, que está en todos los fregados, de organizar un campeonato del mundo de selecciones en diez días, es más que interesante. Pero no será sencillo que la Federación Internacional de Tenis acepte lo que sin duda sería un desafío a la Copa Davis, un torneo caduco, mal organizado y gestionado y que está dejando de interesar a los mejores tenistas. "La Copa Davis no interesa ni para jugar individuales", ha dicho Toni Nadal. Pues eso.
El Palma Air Europa perdió la oportunidad de superar los cuartos de final del play off de ascenso al perder en el cuarto partido en Son Moix ante el Breogán. Queda mañana una quinta y última opción. A por ellos.
