El historiador salmantino Jorge García presentó ayer su libro sobre las pioneras del deporte femenino en España. El Club Diario de Mallorca acogió el acto programado dentro de la agenda de actividades del PALMADONA.

Las diferencias existían antes y siguen existiendo ahora. La mujer deportista siempre ha estado un paso por detrás que el hombre en lo que a repercusión mediática se refiere. Lo curioso es que la Segunda República Española fue la época que más recortó estas diferencias, mucho más que ahora.

-¿Cómo surgió la idea de escribir un libro sobre los inicios del deporte femenino en España?

-Surgió en la universidad. Estaba haciendo la carrera de Historia y en una asignatura se nos dio la oportunidad de hacer un tema libre sobre alguna conquista de la mujer. Me puse poco a poco a investigar y cuando me quise dar cuenta tenía un volumen bastante grande y decidí hacerlo libro.

-¿Cuántas horas de trabajo y documentación tienen estas páginas?

-Estuve cerca de dos años. Tuve que trabajar en muchísimas hemerotecas de la prensa de la época y buscar en gran número de fototecas. Dada la época, muchas no estaban digitalizadas y eso alargaba mucho el trabajo. Y luego un año más para asentar los documentos y darles forma.

-Si ahora la repercusión del deporte femenino en la prensa es muy inferior a la del masculino? ¿Cómo estaban las cosas en ese momento?

-Es verdad que en los años 10 y los años 20 hay un escaso trato de la prensa hacia el deporte femenino, es casi todo anecdótico, pero cuando la mujer conquista la sociedad, allá por los años 30, tiene muchísima repercusión. La prensa les dedica artículos, entrevistas, se les hace reportajes y allá por el 35 y 36 el deporte femenino está casi equitativo con el masculino, tanto en la prensa general como en la especializada. Muchísimo más que ahora. El deporte femenino estaba mucho más valorado hace 80 años que hoy en día.

-¿Cómo se veía a la mujer deportista en aquellos tiempos?

-Muy pocas vivían del deporte, había muy pocas profesionales. Las jugadoras de frontenis sí podían vivir de ello y otras, aunque no vivían del deporte, dedicaban gran parte del día a entrenar y tenían un gran nivel. Aunque es cierto que debían tener algunos recursos para poder practicar el deporte en aquella época.

-En su libro llega a acoger los primeros años del periodo franquista. ¿Existe un cambio sustancial en aquella época?

-El nivel decae bastante porque el franquismo tenía una manera de ver la vida muy distinta a la de los años republicanos. Algunas especialidades no están bien vistas. Las que sí se siguen practicando, se corrigen bastante en aspectos como el vestuario. Eso provocó un gran retroceso.

-La presentación de su libro en el club Diario de Mallorca se engloba en el marco del programa PALMADONA, que pretende potenciar el deporte entre las mujeres. ¿Qué supone para usted este acto?

-Ha sido espectacular. Que se acuerden de estas pionera me parece estupendo. Creo que hay que conocer el pasado para valorar la situación actual y que cuenten conmigo es un gran honor.

-¿Tiene el deporte femenino, hoy en día, la repercusión que se merece?

-Ni mucho menos. El ejemplo más claro está en las Olimpiadas. Las mujeres olímpicas españolas consiguen el 65% de las medallas, entonces ¿por qué no tienen esa repercusión en la prensa? Algo se está haciendo mal.

-¿Qué suponía el deporte para las mujeres de aquella época?

-Liberación, sobre todo liberación, felicidad, alegría. Practicar deporte en los años 20 y 30 era estar a la vanguardia, era ser moderna, atrevida, intentar cambiar los roles, ser transgresora, agresiva. Ellas no lo buscaban pero sí lo conseguían y eso les suponía un placer enorme.