El partido 1.000 de Rafel Nadal estuvo cerca de acabar en fiasco, pero al final se rehízo de un primer set para olvidar, encajando el décimo 'rosco' de su carrera, y superar al alemán Philipp Kohlschreiber por 0-6, 6-2 y 6-3 y clasificarse para la cuarta ronda del Masters 1.000 de Miami, donde jugará esta tarde noche con el francés Nicolas Mahut.

Nadal entró de lleno en el selecto club de los tenistas milenarios, que se reduce a una lista de once jugadores a lo largo de la historia. La victoria del manacorí sobre el veterano tenista alemán, al que se impuso por decimocuarta vez, supone la 822 de su carrera, por solo 178 derrotas. Esto significa que el campeón de catorce grandes gana más de ocho de cada diez partidos, el 82,2 por ciento. Sobre los 1.000 partidos dijo que es un "buen número" pero que sigue en su "aprendizaje constante de situaciones" y que ya puede sumar 2.000 o 3.000 situaciones que aunque ya las haya vivido son incontrolables, y esa es, aseguró, la "grandeza del deporte".

El finalista del reciente Abierto de Australia, que el próximo mes de junio cumplirá 31 años, es junto a Roger Federer y David Ferrer, el único jugador en activo con mil partidos o más. El suizo, a sus 35 años dominador en este comienzo de temporada con sus victorias en Melbourne e Indian Wells, suma 1.340 partidos, con 1.094 victorias y 246 derrotas. El de Xávia, de 34, aparece en la lista en la novena posición, con 1.034 partidos, de los que ha ganado 696 y ha perdido 338.

El líder de una lista en la que aparecen leyendas como Lendl, Vilas, Agassi, McEnroe o Edberg, es el norteamericano Jimmy Connors, que gracias a que alargó su carrera hasta pasados los 37 años, alcanzó los 1.535 partidos. Una cifra que podría superar Federer si prolonga su carrera un mínimo de tres años más.

Pasó un mal trago Nadal en su partido mil. Kohlschreiber salió a por todas, dando a la pelota con toda el alma ante un Nadal que se vio incapaz de responder, ni al resto ni al servicio, y se vio en 25 minutos con un rotundo 6-0 en contra, informa Efe. Sin encontrar la distancia a la bola, Nadal golpeó en seis ocasiones con el marco de la raqueta, algo tan inusual como sintomático. En este primer set, Nadal apenas se anotó 13 puntos y ganó el 33 % de sus primeros servicios, por el 90 % del germano. Solo diez jugadores han sido capaces de firmar un 6-0 a Nadal a lo largo de toda su carrera. El último fue el checo Tomas Berdych en el Abierto de Australia de 2015, cuando le ganó por 6-2, 6-0 y 7-6(5).

Tras el correctivo del primer set, Nadal abandonó la pista y a su regreso todo cambió. Las cosas volvieron a la normalidad y el mallorquín impuso su calidad con un marcador que lo dice todo: 6-2, 6-3.

El de Manacor considera que la remontada que protagonizó "es de las que "cambian dinámicas" a los jugadores. "Uno se alimenta de partidos así, de sensaciones positivas", aseguró a la conclusión del partido, que definió de "muy complicado". Un 6-0 como el que recibió en el primer set es, indicó, una combinación de "circunstancias", pero que en este caso no se debió a una "mala actitud", y, aunque reconoció que no hizo su mejor set, el alemán jugó a un nivel "muy superior" a lo que es habitual.

Roberto Bautista ganó al estadounidense Sam Querrey por 3-6, 6-2 y 6-3, mientras que Roger Federer se impuso a Juan Martín del Potro por 6/3, 6/4.