Le hubiera sido muy fácil a Jorge Lorenzo seguir en Yamaha, una moto ganadora como pocas y que, sin duda, le hubiese dado la posibilidad de aumentar su ya impresionante palmarés. Pero sus ganas de afrontar nuevos retos y, porqué no decirlo, su deseo de dejar atrás su tormentosa etapa junto a Valentino Rossi -un campeón en la pista y dejando mucho que desear fuera de ella- han hecho posible su salto a Ducati.
El primer año en una escudería nunca es fácil. No lo será para el mallorquín, que a su lógica falta de aclimatación a su nueva máquina, une la gran cantidad de rivales a los que se verá obligado a superar. Al ya mítico Marc Márquez, destinado a marcar toda una época en el Mundial de la máxima categoría, hay que unir ahora a Maverick Viñales, su sustituto en Yamaha, que ya ha demostrado en la pretemporada que está más que capacitado para luchar con los mejores. Sin olvidar a Rossi ni a Pedrosa, el eterno aspirante al título.
Lorenzo tiene a su favor dos factores innegables: sabe que es un piloto rápido y han puesto en sus manos una moto veloz, posiblemente la que más de la parrilla. Esta ha sido, posiblemente, la razón fundamental por la que se ha atrevido a dar el cambio. El tricampeón de MotoGP es un piloto ganador y ha ido a parar a una escudería ganadora que sabe que, tarde o temprano, le abrirá las puertas de su cuarto título mundial. Tal vez no sea esta temporada. O quizá sí. Los expertos no se creen sus palabras de hace quince días, en las que decía que esta temporada podía aspirar a luchar por el podio y poco más. Aunque la pretemporada pueda darle la razón, es difícil de creer que Lorenzo no vaya a por todas en cada carrera y se conforme con las migajas.
Está Lorenzo ante una nueva oportunidad de hacer historia y pasar a figurar en la selecta lista de pilotos que se han proclamado campeones del mundo en dos escuderías diferentes. Duke, Agostini, Lawson, Rossi y Stoner son los elegidos. Si hay alguien que puede unirse a este grupo es Lorenzo, que no parará hasta conseguirlo.
Pese a su triple corona mundial en la máxima categoría, no es el principal favorito al título, una circunstancia que le puede beneficiar. En boca de todos está Márquez y Viñales, que se presenta como el máximo rival del vigente campeón. Pero mal haría el piloto de Cervera en infravalorar al que ha sido su gran rival en las últimas temporadas. Lorenzo siempre está ahí, en la lucha, por su ambición sin límites.
