Tras ganar el Abierto de Australia e Indian Wells, el suizo Roger Federer llega como máximo favorito al Masters 1000 de Miami, en el que Rafel Nadal se presenta como su principal alternativa. Especialmente cuando el mallorquín y el suizo solo pueden coincidir en la final por el título.

Nadal, finalista en cuatro ocasiones en Miami -2005, 2008, 2011 y 2014-, ya plantó cara a Federer en enero en la final de Australia y estuvo cerca de arrebatarle el primer gran torneo del año y podría hacer lo propio en el torneo de Cayo Vizcaíno, que se disputará hasta 2 de abril.

El antiguo número uno de la ATP llevaba años sufriendo ante un Nadal que está en franca mejoría en los últimos meses, pero que, sin embargo, nada pudo hacer para plantar cara al suizo la pasada semana en la cuarta ronda del Masters 1000 de Indian Wells, cuando cedió por 6-2 y 6-3.

Federer conquistó el domingo el título en el desierto californiano ante Wawrinka, por 6-4 y 7-5, con lo que demuestra el buen momento de forma que atraviesa, con solo una derrota en lo que llevamos de año, contra el ruso Evgeny Donskoy en Dubai.

Y es que junto a Federer, Nadal se ha mostrado en los últimos meses como uno de los tenistas más solidos del año, tras suss finales de Australia y el Abierto de Acapulco, donde perdió contra el estadounidenses Sam Querrey. Eso sí, en Miami su hipotético duelo con el helvético solo podría verse en la final, si no hay eliminación previa.

Frente a todo eso, Federer admitió ayer que espera que Nadal se muestre "más fuerte" en Miami, al entender que las condiciones le favorecen con respecto a sus dos enfrentamientos previos, en los que el suizo ganó.

"Por supuesto que me encantaría disputar la final ante Nadal y espero que sea contra él, porque está jugando muy bien y en esta superficie espero que sea un oponente duro", adelantó el suizo antes dl comienzo del torneo.

Federer destacó que la pista dura de Crandon Park puede convertir en especialmente peligrosa la derecha del campeón de Manacor. Además, al ser un torneo en el que la bola es más lenta considera que facilitará al mallorquín disponer de más tiempo para defenderse de sus ataques.

El histórico ganador de 90 títulos ATP, que subió cuatro puestos en la última lista -superando a Nadal- y se sitúa en el número seis, aseguró que aún se centra en su "regreso", como él mismo lo calificó, y se mostró feliz de volver a ganar a jugadores del Top 10 después de su complicado 2016.

"Mi objetivo era estar entre los ocho primeros del ránking después de Wimbledon, pero voy bastante adelantado a ese plan inicial", asumió. "Nunca esperé un regreso tan brillante, de ninguna manera", reveló días antes de debutar el próximo sábado en Miami ante el ruso Konstantin Krawchuk o un jugador procedente de la fase de clasificación.