La junta gestora del Alaró decidió en la tarde de ayer la retirada del equipo infantil tras los sucesos ocurridos en la mañana del domingo en el partido contra el Collerense. El club, reunido con carácter de urgencia, adoptará medidas a nivel disciplinario contra el personal implicado en la trifulca, después de que se examine el acta arbitral y los informes federativos.

Entre estas medidas disciplinarias se incluyen la expulsión de jugadores, miembros del cuerpo técnico y personal de club si se demuestra que participaron, de una u otra manera, en la pelea. Asimismo, se prohibirá la entrada a la instalación a los seguidores que estén implicados. Todas estas medidas están condicionadas a lo que reflejen los informes federativos y el acta arbitral.

La reunión, que se prolongó por espacio de una hora y media, estuvo liderada por el presidente de la entidad, Llorenç Guardiola, secundado por su vicepresidente Bartomeu Noguera y la totalidad de los directivos.

Por su parte, el Collerense decidió apartar a dos jugadores por la implicación de sus padres en la pelea. En un comunicado hecho público pasadas las once de la noche, condena los hechos y se pone en manos de la justicia.