Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Preferiría no hacerlo

El continente

En el Girona no hay un 'Player's Lounge. Ni un embajador que se apunte a todos los saraos con cargo a la tesorería del club. Y no les va nada mal

El Real Mallorca siempre ha sido una buena plaza para el futbolista medio. Buen clima, poca exigencia, mucha indulgencia y, desde esta temporada, almuerzo gratis. El 'Player's Lounge' es un ejemplo de que bajo la gestión de Maheta Molango ha importado más el continente que el contenido. Como cuando el consejero delegado publicó en su cuenta de Twitter una foto con Óscar Díaz en el avión poco después de ficharle como quien presume de trofeo de caza. En Girona no hay 'Player's Lounge'. Ni un embajador que se apunte a todos los saraos con cargo a la tesorería del club. Y no les va mal. "Tenemos que ir todos juntos en la misma dirección", afirmó ayer Molango. ¿Qué dirección? De momento la del equipo es hacia abajo y sin frenos.

Apechugar con lo que hay

La elección de Javier Olaizola fue arriesgada. Molango pensó que lo que necesitaba el equipo era un entrenador que salvara los muebles a partir de la motivación y la testosterona. Fracasada esa vía, se imponen soluciones tácticas. El repertorio del vasco es limitado y además nada de lo que ha intentado se ha saldado con éxito, pero ya da igual. Él es quien tiene que sacar esto adelante. Un relevo en el banquillo a estas alturas sería un disparate y en última instancia los que van a hacer que la nave naufrague o se mantenga a flote serán los futbolistas. Que son, por cierto, los únicos que van a salir indemnes de esta temporada calamitosa. Es un axioma: caen directivos y entrenadores, pero los que visten de corto siempre se van de rositas.

¿Proeza?

El pragmático Barcelona de Luis Enrique ha abrazado ese tipo de fe que raya en el fanatismo para creer en remontadas imposibles que tanto despreció cuando la enarbolaba el Real Madrid. Los catalanes se apoyaron en el árbitro para obrar una supuesta proeza ante el fútil PSG, pero la eliminatoria de Champions dejó una certeza: el Barcelona de la excelencia ha mutado en el de los milagros, así que el fin de ciclo es un hecho. Todo el entramado filosófico construido durante años se desmoronó en noventa minutos de sudor, pegada y obstinación. El Madrid lleva años jugando a eso, y por eso es el favorito para ganar la Liga y la Champions. Que el resultadismo no se aprende en dos días.

Fiasco blanquiazul

A mayores expectativas, mayor es el tortazo que te pegas si no las cumples. De eso sabe mucho el Baleares, que se encamina a otro curso insulso. Ahora, tampoco en Son Malferit escucharán ninguna autocrítica.

No era solo dinero

Esta vez el Palma Futsal no pudo -o no supo- sacarse un milagro de la chistera que le permitiera superar a ElPozo Murcia en la Copa de España. Tampoco fue una eliminatoria especialmente peleada por parte de los hombres de Juanito, que solo inquietaron a su rival en algún momento de la segunda parte. Todo normal teniendo en cuenta la enorme diferencia de presupuestos que había sobre la pista. Lo que pasa es que los mallorquines habían acostumbrado a su hinchada a que el dinero no importaba si se ponía mucho corazón.

Acierto de la autonómica

Hay todavía enormes diferencias en cuanto a salarios, público y valoración social, pero el deporte femenino va saliendo de la oscuridad. Los éxitos de las mujeres -siempre los ha habido, aunque han gozado de escasa visibilidad- ganan adeptos y reconocimiento. Queda mucho terreno por recorrer y todavía muchas resistencias que superar, pero hay progresos. Por ejemplo, es digno de aplauso que 'IB3 Televisió' apostara por retransmitir el partido de fútbol femenino entre el Collerense y el Son Sardina. Ojalá sea un punto de inflexión.

Compartir el artículo

stats