El presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, y el propio organismo, como persona jurídica, han sido imputados por un juzgado de Madrid por la comisión de tres presuntos delitos: prevaricación, malversación de fondos públicos y apropiación indebida de 1,2 millones.

El auto, del que se hace eco el diario ‘El País’, hace mención al dinero entregado por el Consejo Superior de Deportes en 2010 para reforzar la ‘candidatura ibérica’, formada por España y Portugal, de cara a lograr la organización del Mundial 2018, que finalmente fue adjudicado a Rusia.

La denuncia fue interpuesta por Miguel Galán, candidato a la presidencia de la FEF en las elecciones de mayo. La Federación ha reembolsado los 1,2 millones más 300.000 euros de intereses.