Horas, apenas unas horas, les duró la alegría a los usuarios del campo de fútbol de Son Ferrer (Calvià), que el pasado lunes estrenaban nuevo césped artificial colocado por el ayuntamiento de esta localidad. Y es que en el mismo día se rompió la vieja tubería que pasa por debajo del tapiz y que sirve para regar el terreno de juego, riego indispensable para su correcto funcionamiento y que servirá para asentar y distribuir cerca de los 90.000 kilos de caucho que se han colocado en este campo.

La indignación entre los usuarios era ayer palpable entre los equipos que emplean el campo de Son Ferrer ya que aseguran que se avisó al consistorio de Calvià que las tuberías eran viejas y que necesitaban cambiarse ya que se producían constantes fugas. Se propuso al ayuntamiento cambiarlas antes de la colocación del nuevo césped sintético o colocarlas en el exterior, de manera que si se producía una 'habitual' fuga no se tuviera que levantar el nuevo tapiz. Se hizo caso omiso.

Ahora el problema para sus usuarios, que ayer se mostraron ante este medio molestos, es que si bien se podrá entrenar y jugar se hace con muchas dificultades -el balón bota mal y existe la posibilidad de lesionarse- debido a que el campo cuenta con muchos baches y altibajos debido a la acumulación de caucho en varias zonas al no poderse distribuir ante la falta de riego. Además en el momento que haga más calor la nueva superficie se dañará por el efecto del sol.

Las obras de la colocación apenas han durado un mes ya que comenzaron a principios del pasado mes y finalizaron la semana pasada. En este periodo los equipos se trasladaron a distintos campos del municipio de Calvià, entre ellos Peguera. Este campo lo comparten dos clubes de fútbol, el Son Ferrer y el Sporting Son Ferrer. El primero cuenta con dos conjuntos y el segundo con cuatro. Ambos señalaron al ayuntamiento la problemática que tenían con esta instalación por lo que el consistorio aprobó sustituir la superficie, obviando arreglar otros conceptos importantes.

Los técnicos del consistorio examinaron ayer el campo y admitieron que se había producido una importante fuga, principalmente por lo vetustas que son las tuberías de un campo que tiene veinte años de antiguedad. La primera solución será regar el campo con camiones cisterna ya que la empresa que ha colocado el césped ha indicado que la nueva superficie necesita recibir agua como mínimo unas cinco o seis veces al día para que se asiente todo.

Después el ayuntamiento realizará una actuación y colocará las tuberías de manera perimetral condenando las que hasta ahora se han empleado y que ya no sirven debido a su continuo uso. El montante de la colocación del nuevo césped artificial ha rondado los 150 mil euros, cifra a la que ahora habrá que sumar la cuantía de las obras de la colocación de las nuevas tuberías de riego.