Toni Nadal, tío y entrenador de Rafel Nadal, rompió ayer su silencio después de que el pasado sábado se diera a conocer, a través de una entrevista concedida a la web italiana Il Tennis Italiano, que a final de año pondrá punto y final a su relación profesional con su pupilo, al que entrena desde los cuatro años de edad. "Me voy, pero no le hago ninguna trastada a mi sobrino", afirmó ayer a DIARIO de MALLORCA. "Rafel queda en buenas manos para el próximo año con Carlos Moyá y Francis Roig. Lo que dije es a diez meses vista, por lo que no entiendo el revuelo que se ha montado", dijo.

Toni Nadal, que desveló que los únicos que conocían sus intenciones eran su hermano Sebastià, padre de Rafel, y Moyá -a su sobrino no quiso decirle nada para no descentrarle en pleno Abierto de Australia, aunque no fue hasta el pasado sábado cuando se enteró de la noticia-, asegura que el abandono está "muy meditado". "Entiendo que es un buen momento. Sé la edad que tengo, los años que llevo dando vueltas por el mundo y la tensión que me produce la competición", asegura el mentor del ganador de catorce grandes y 69 títulos en el circuito profesional. "Hace tiempo que le voy dando vueltas, pero mi decisión no tiene nada que ver con mi relación con mi sobrino, que es excelente", añadió. "Tenía ganas de iniciar una nueva faceta profesional, hacer algo distinto a lo que he hecho hasta ahora y con la Academia estoy muy motivado. Además -añade-, creo que mi presencia supone un plus de atractivo".

Comenta posteriormente que, cuando abandona Melbourne, el pasado 30 de enero, pocas horas después de que su pupilo perdiera ante el suizo Roger Federer su séptima final de un Grand Slam, "no se lo digo a Rafel, pero me despido de toda la gente porque sabía que sería la última vez que iría allí: del conductor, de la persona que nos atiende, del director del torneo y de otras personas con las que me he relacionado en los últimos años", afirma.

Defiende el tío Toni que "no hay que buscar cosas raras en su decisión. "Son muchas temporadas. Si en lugar de haber sido mi sobrino hubiese estado con otro, probablemente se habría terminado mucho antes. He llevado a mi familia a algunos torneos, pero se hace difícil. Me ha ido muy bien, me ha encantado hacer lo que he hecho, pero también me he perdido cosas importantes".

Toni no cierra la puerta a volver a entrenar a su sobrino, siempre que se produzca alguna circunstancia imprevista. "Si Moyá tiene un imprevisto y mi sobrino me pide que le acompañe a algún torneo, iré encantado", cuenta a este diario. "Mi idea es trabajar en la academia, y si me necesitan en lo que sea allí estaré", continúa. "Es que no ha pasado nada: si el año que viene Moyá me dijese que no viaja o que Francis Roig tampoco puede, y me lo piden, allí estoy encantado", zanja el tema.

La entrevista

Toni Nadal entiende que se malinterpretaron sus palabras cuando dijo que cada vez decide menos en la carrera de su sobrino y que "llegaré a que no decida nada". El todavía entrenador de Rafel quiere dejar bien claro en qué contexto se produjo la frase que pronunció en el foro de la Asociación Mundial de Entrensadores Profesionales de Tenis celebrado en Budapest y que tanto revuelo ha creado. "Digo que cuando Rafel era pequeño decidía yo, que es lo normal. A medida que se va a haciendo mayor paso a decidir menos y empiezan a decidir más el mánager y su padre. En cambio, cuando es pequeño sí puedo decidir todo lo que está alrededor del tenis. Termino diciendo que el que tiene la última palabra es él, que es lo que toca. Dejo bien claro siempre que cuando decido menos es porque debe ser así", concluye. Toni admite su error cuando afirma que "el año que viene no voy a entrenar más a Rafel para centrarme en la academia porque no medito que eso sea trascendente".