La selección de Egipto, bajo la dirección técnica de Héctor Cúper, eliminó ayer a Burkina Faso en la tanda de penaltis y retornó siete años después a una final de la Copa de África, en la que podría alzarse con su octavo entorchado. El héroe del partido fue el portero de 45 años Essam El Hedary, que puede optar a su quinto título tras parar dos penas máximas.

El equipo conocido también como los faraones alcanzaron la que se convertirá en su novena final manteniendo la condición de invictos en el torneo y perdió la de imbatida por el empate 1-1 ante Burkina Faso, ante la que encajó su primer gol en la Copa de África.

Egipto conocerá hoy que equipo será su rival en la final de Túnez, tras la semifinal que disputarán Ghana y Camerún. Ambas con cuatro títulos continentales en sus vitrinas y protagonistas de una incierta semifinal en el estadio de Franceville, ya que no se atisba un claro favorito.

Es la decimocuarta vez que las "estrellas negras" acceden a la penúltima ronda del torneo continental y la octava para los "leones indomables", que no alcanzaban las semifinales desde que perdieron la final con Egipto en 2008. Y la segunda vez que ambas selecciones se disputan cara a cara un puesto en la final desde la victoria de Camerún 1-0 en el 2008.