Un buen número de clubes hicieron valer ayer sus quejas contra el colectivo arbitral y la Federació de Futbol de les Illes Balears -y el presidente Miquel Bestard-, en una jornada difícil por culpa del mal tiempo, que obligó a la suspensión de multitud de los partidos previstos este fin de semana en las categorías base.

El principal motivo de protesta, apuntando directamente al colectivo arbitral y a la propia Federación Balear, fue el hecho de que los colegiados exigieran una parte del cobro en los partidos que fueron suspendidos. Según diversos clubes, los trencillas exigieron el pago -alrededor de 15 euros en categorías base-por el concepto de transporte del árbitro (o árbitros en su caso) hasta el campo de juego.

La gran parte de los directivos de los clubes también se lamentaron de que la Federació de Futbol de les Illes Balears no tomara el pasado viernes la decisión de suspender la jornada ante las previsiones del fuerte temporal que está azotando las islas.