Desde el primer día congeniaron. Recién llegado a la isla como una apuesta de futuro del Real Mallorca, el talentoso centrocampista Carlos Cristeto (Salamanca, 1994) aterrizó en un juvenil en el que ya destacaba el goleador Cedric Omoigui (Benin, 1994). Y cuatro años después, la amistad perdura. Es más, se consideran "hermanos" y su sintonía es perfecta, bromeando y sonriendo antes, durante y después de la entrevista concedida a Diario de Mallorca. Dos amigos que mañana no se van "ni a sonreír" en el Mallorca B-Atlético Baleares, pero que al final se irán "a comer juntos y echar unas risas" pase lo que pase.

Para Cedric (Mallorca B), es una semana que están viviendo "con intensidad más allá de que sea un derbi". "Llevamos una racha negativa, demasiado tiempo sin ganar y no hay mejor manera de romperla que en casa, contra el máximo rival", dice, a lo que Cristeto (Atlético Baleares) replica: "Para nosotros también es importante, aparte de que es un derbi que necesitamos ganar si queremos meternos en la zona de play-off, del que nos hemos alejado un poco, y está claro que iremos a por los tres puntos".

Y cómo no, ambos equipos saldrán hipermotivados. "El campo estará lleno, con dos hinchadas que animarán a su equipo y que en los partidos de liga normalmente no se suele ver, por lo que la motivación vendrá sola. No hace falta decir nada para este partido, ya que sabes lo que te estás jugando. La grada va a apretar, y nosotros también tenemos que hacerlo", explica Cedric.

Cristeto escucha atentamente lo que dice su amigo, al que espera ver en el césped ya que ante la salida de David Sánchez el salmantino pasa a ser su recambio natural. "Ya veremos lo que decide el míster, pero yo estoy siempre dispuesto a jugar", señala. Además, por su condición de exrojillo, las ganas por jugar en Son Bibiloni son grandes: "Fue mi casa durante cuatro años, pero ahora defiendo los colores del Baleares y solo pienso en ganar este sábado".

El derbi no llega en el mejor momento para ninguno de los dos equipos (encadenan siete jornadas sin ganar). "Es cierto que llevamos muchas semanas sin ganar, con empates y los últimos partidos con derrota, pero iremos a ganar; y aunque en los últimos encuentros se nos ha escapado el triunfo porque nos han tocado tres rivales muy complicados, creo que contra el Baleares, y da igual las dinámicas, no se sabe lo que puede llegar a pasar", asevera Cedric.

Por su parte, Cristeto reconoce que "si no ganas partidos, se crean dudas". "Nosotros estamos trabajando muy duro, y el otro día se nos escapó el triunfo en los últimos minutos. El equipo está bien, unido y ahora más juntos que nunca para conseguir ganar y subir posiciones para entrar en los play-offs", reconoce.

La remontada protagonizada por el cuadro blanquiazul en la ida "no afectará" al Mallorca B, según afirma Cedric, que da el papel de favorito al Baleares: "Nosotros tenemos que ir con otra mentalidad. Son favoritos porque los números lo demuestran, así que lo que tenemos que hacer es ganar".

"Cada partido es un mundo"

Una afirmación con la que no está de acuerdo Cristeto, mientras Cedric sonríe: "Cada partido es un mundo, nunca sabes lo que puede pasar, y menos en un derbi en donde los dos equipos juegan con mucha intensidad. El Mallorca B juega en casa, lo que es un punto a su favor; ambos equipos lucharemos por la victoria, pero no creo que seamos favoritos".

Ambos son conscientes de qué le falta a su equipo. "Un poco de regularidad, no hemos sido capaces de dar el último paso para engancharnos a la zona alta y para estar arriba debemos sumar todos los puntos posibles en casa y fuera", admite Cristeto.

En el caso del filial, Cedric señala: "Los resultados no han sido buenos en los últimos tres partidos, pero nos vamos con la sensación de que el juego es bueno y que más tarde o temprano llegará la victoria. Solo nos falta ese premio. Hay que seguir confiando en la idea y en lo que nos quiere enseñar el entrenador".

Sobre el resultado final, Cristeto es más lanzado que Cedric: "Ganaremos 1-2". "Me da muy mala suerte, pero sí digo que ganaremos", dice el rojillo.

Y pese a su amistad, lo tienen muy claro si mañana coinciden sobre el terreno de juego. "Ya me ha dicho que si se cruza conmigo en el campo, me va a dar una patada. Y yo no voy a ser menos", comenta entre risas Cedric, asintiendo Cristeto. Dos amigos que mañana defenderán intereses distintos.