Cerrar el año con sensaciones diferentes. Ese el objetivo de un Atlético Baleares al que se le exigirá al máximo hoy, a partir de las 11:30 horas, en un campo donde ganar parece misión imposible. El Alcoyano de Toni Seligrat, hermanado durante toda la temporada con el buen orden y la solvencia, y sobretodo metido en zona noble -colíder junto al Barcelona B-, cuenta además con una demoledora estadística que no favorece una previsible sorpresa: encadenan siete partidos ganados en El Collao.

Y si hoy ganan a los de Christian Ziege, cerrarían el año 2016 con 8 triunfos seguidos, y quién sabe si con el liderato en solitario al cierre de la primera vuelta del Grupo III de Segunda B.

Todo ello contrasta con las cinco jornadas consecutivas que lleva el Baleares sin ganar, con cuatro empates y una derrota. Unos pírricos 4 puntos de 15 posibles que dejan a los blanquiazules en zona de nadie. Y sin obviar el hecho de haber quedado eliminado de forma dolorosa en la Copa Federación ante el Prat, siendo el cuadro blanquiazul el vigente campeón de la misma.

Por todo ello, el partido en el municipal del Collao se presenta de extrema dificultad. Y más con el compendio de bajas con las que una semana más se presenta el once Ziege: a la ya sempiterna de Chando Torres se suman las de Kike López -operado de apendicitis- y la del centrocampista alemán Enzo Marchese.

En el equipo de Toni Seligrat no estarán el mediocentro Fran Miranda -por lesión- ni el delantero David Torres (frente al Atlético Levante vio la quinta amarilla). Vuelve a la convocatoria López Silva, mientras que los defensas Mario Fuentes y Jorge Devesa no estan al cien por cien físicamente.

Ganar supondría para el Atlético Baleares, en el mejor de los casos, quedarse a un partido de distancia de la cuarta plaza antes de un parón navideño en el que las opciones de que existan movimientos en la plantilla son más que evidentes.