El entrenador Mario Reig, nacido en Tarragona hace 51 años, aunque ha tenido su residencia entre Mallorca y Alemania, es todo un trotamundos del fútbol desde que tuvo que decidió aparcar su carrera como futbolista, está ahora en el paro tras entrenar el último año al Diriangén de Nicaragua, equipo al que llegó tras ser relacionado con el banquillo del Atlético Baleares (fue elegido el alemán Christian Ziege).

"Se están ofreciendo algunos entrenadores y yo tengo intención de hacerlo. En estos momentos siempre hay que apoyar el deporte y en mi caso todavía tengo un motivo mayor, puesto que era amigo de Cléber Santana", señaló ayer en declaraciones a Nacho Labarga, de Marca.com. "Entrené en el Mallorca y le conozco de cuando estuvo en la isla. También tengo una buena relación con el Atlético de Madrid, club en el que jugó. Nos conocíamos y, aunque hacía unos meses que no hablábamos, es como la pérdida de un buen amigo", añade. "Estaba en casa cuando me enteré del accidente. De vez en cuando vemos que existen problemas con los aviones, pero al estar involucrado un club de fútbol la trascendencia ha sido mucho mayor. Cuando me enteré de que viajaba Cléber se me vino el mundo encima", agrega.

Llamada divina

"Soy muy creyente y creo que Dios me ha puesto esta oportunidad en mis manos. Siento que debo entrenar allí, ojalá acepten mi propuesta", destaca Mario Reig, que cree que encajará en Brasil. "Conozco ese fútbol, aunque es diferente al de España o Alemania porque en sus categorías inferiores se divide por estados. Es un juego con mucha más técnica y un alto nivel táctico, aunque sus futbolistas suelen ser más lentos. Tengo ilusión por ir allí y poder ayudar con mis conocimientos", concluye el técnico, en cuyo currículo está su paso por el Mármol Macael (España), Antigua y Cobán (Guatemala), Magdeburgo y SV Meppen (Alemania) o el Diriangén nicaragüense.