Consternación, estupor, rabia, impotencia, dolor y un sinfín de calificativos resume el sentir generalizado de lo que sintieron ayer, especialmente, las personas vinculadas de una u otra manera al mundo de la canasta, al conocer a primera hora de la mañana la triste y dramática noticia de que el jugador mallorquín José Antonio Ortiz había fallecido en la noche anterior -este pasado miércoles- mientras jugaba un partido de baloncesto con su equipo, el Marinx Forever, en Son Verí (Llucmajor).

Este jugador, de 42 años, fallecía de muerte súbita, según ha podido saber este medio, después de una entrada a canasta y sin chocar con nadie durante el partido que su equipo jugaba correspondiente a la Liga de Baloncesto Empresas de la AIDEB.

José Ortiz cayó fulminado al parqué del pabellón en el que jugó su último encuentro de los muchos que llegó a disputar en su vida. Sus compañeros, amigos, rivales y, posteriormente, las asistencias médicas se desvivieron para intentar reanimarlo, pero todos los trabajos, casi una hora de ejercicios reanimatorios, fueron en vano.

Esta luctuosa noticia ha teñido de duelo a todo el baloncesto y deporte balear, que se ha volcado en elogios hacia la persona, tanto dentro como fuera de la pista, de José Antonio Ortiz. Fueron numerosas las muestras de dolor, sentimiento y ánimo que recibió ayer la familia -deja esposa y dos niñas de corta edad-, así como las que se escribieron en las redes sociales, ya que la noticia fue viral nada más conocerse el óbito.

Ayer se efectuó la correspondiente autopsia, y demás pruebas, para determinar la causa de su muerte, que dio como resultado que el fallecimiento se debió a lo que se denomina un episodio de muerte súbita. Este tipo de sucesos es más habitual en bebés de corta edad, pero también se dan casos en adultos aunque es mucho más extraño. Por ello, según fuentes judiciales, se investigará por si el fallecido tenía alguna enfermedad congénita al tratarse de una persona menor de 45 años.

Siempre en el Bahía

José Antonio Ortiz siempre estuvo vinculado al club Imprenta Bahía, la raíz del hoy denominado Bahía San Agustín. De hecho, nunca jugó con otro equipo de forma federada. En el club de s´Arenal estuvo desde la temporada 1990 hasta 2008 y fue el capitán del equipo por su don y talla de liderazgo. Tuvo la fortuna de lograr el primer ascenso a EBA del Imprenta Bahía, un hecho muy importante en aquellos tiempos.

En los últimos años al frente de este equipo fue denominado ´el gran capitán´, como reza la dedicatoria en el trofeo que le entregaron al retirarse.

Tras desvincularse deportivamente, ya que siempre ha estado unido al club arenaler, y especialmente al presidente Guillem Boscana, quuien ayer estaba destrozado, quiso seguir jugando al baloncesto dado que le apasionaba.

En 2009 empezó su andadura con el Metalúrgicas Marín, equipo de empresas. Con este conjunto enseguida congenió, ya que se formó un grupo de amigos que jugaban para pasar un rato agradable. Este cuadro con el paso del tiempo llegó a ser el mejor de Balears y de España, ya que logró en varias ocasiones el título de campeón nacional de baloncesto corporativo.

El viaje con el Marín duró hasta el pasado mes de junio. Tras muchos años juntos, el equipo no iba a seguir por motivos laborales de muchos de sus integrantes. Aquí apareció José Antonio Ortiz, que, nuevamente gracias a su trabajo y don de emprendedor, convenció a la mayoría de jugadores para que siguieran compitiendo. Les dijo que él se encargaría, además de jugar, de los temas burocráticos. Fue entonces, este pasado mes de septiembre, cuando nació el Marinx Forever, que es la reconversión del ya extinto Metalúrgicas Marín.

Fue precisamente con este equipo cuando el pasado miércoles sobre las 22:00 horas, fallecía mientras jugaba ante el Escola Superior una jornada más de la categoría Oro del baloncesto de empresas que organiza la Asociación Independiente de Deporte de Empresa de Balears (AIDEB).

Quienes le conocían destacan que José Antonio Ortiz era una persona carismática y de las que se hacían querer, ya que siempre se mostró afable con los que le rodeaban. Destacan su gran bondad y honradez y, especialmente, el sentido de la amistad que tenía ya que aparecía siempre para animar a sus cercanos en los malos momentos.

Trabajaba en un despacho en Palma y sus allegados destacan que se cuidaba mucho y no bebía alcohol ni fumaba, circunstancia por la que en ocasiones recibía bromas de sus compañeros.

Minuto de silencio

El baloncesto balear guardará un minuto de silencio en todos los partidos que se vayan a disputar en memoria de Ortiz. Además, el Bahía San Agustín invita a todos los jugadores de la AIDEB a presenciar el partido del Palma Air Europa de LEB Oro del próximo domingo, a las 18:00 horas en Son Moix, donde se le rendirá un sentido recuerdo.

Por otra parte, la AIDEB ha suspendido hasta la semana que viene todos sus partidos en señal y como muestra de duelo.