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Expectativas

La emergente figura de Brandon da al Mallorca una jerarquía que antes no tenía en la competición, pero hacen falta más soldados para ganar una guerra

El Mallorca se aferra a Brandon y a la igualdad que domina la categoría para plantearse algo más que la permanencia. Ganar da muchos réditos y perder no penaliza demasiado, así que los rojillos se han instalado en ese enjambre de equipos con aspiraciones. Es un pelotón caótico y heterogéneo que tardará muchas jornadas en deshacerse, cuando la clasificación se rompa y separe a los verdaderos candidatos al ascenso de los que solo pasaban por allí. Está por ver si el Mallorca sobrevivirá a la criba. Ganar a domicilio da prestigio y estimula, pero lo de Córdoba no se repetirá si Vázquez continúa metiendo a su equipo en una trinchera en cada desplazamiento. Ver a Santamaría perdiendo tiempo al cuarto de hora fue desesperante.

Primer parcial

Se ha consumido el primer tercio de la competición, catorce jornadas que sirven para poner nota al arranque de todos los equipos. El Mallorca suma tres puntos más que la pasada temporada, uno menos que en la 2014/15 y los mismos que en la 2013/14, aquella campaña en la que necesitó de un milagro para salvarse. El grupo bermellón ha cruzado este primer parcial de la Liga con la moral reforzada después de conquistar su primera victoria a domicilio y enlazar una interesante racha de ocho puntos sobre doce posibles. No es la primera vez que el Mallorca genera algunas expectativas que entierra muy poco tiempo después. Está claro que la emergente figura de Brandon da al equipo una jerarquía en la competición que antes no tenía; pero también es cierto que para ganar una guerra hacen falta más soldados y un buen general. Y por ahí el Mallorca flaquea.

Hay que apretar

El sobrevalorado Caparrós va a meterse en las entrañas de Osasuna, trabajará 25 horas al día, se hará la foto con un par de canteranos para decir que apuesta por los jóvenes y se bajará del barco cuando los navarros estén en caída libre y sin frenos hacia el descenso. El discurso del utrerano es efectista -que no efectivo-, pero ya solo cala en aficionados complacientes y directivos desesperados. Deben estarlo mucho los de Osasuna para haber entregado su banquillo a un vendedor de humo, un tipo que solo propone testosterona y un fútbol prehistórico. Él y quien le mantuvo en el cargo hasta que ya no hubo margen para rectificar son los dos grandes responsables de que el Mallorca juegue hoy en Segunda División.

Atletismo precario

El atletismo balear entra en barrena cuando se trata de dar el paso hacia el mundo profesional. Faltan ayudas, patrocinios y tecnificación, lo que convierten en casi milagrosos los casos de David Bustos o Caridad Jerez. Las islas están a la cola en cuanto a resultados y son la Comunidad Autónoma que cuenta con menos licencias, según el amplio informe que publicó este diario el pasado miércoles. Hay un dato para la esperanza, ya que las escoletas de atletismo han triplicado el número de participantes en los últimos años. Pero se abre un agujero negro ante los atletas cuando se deciden a competir.

Emociones fuertes

El Palma Futsal está desatado. Se sobrepuso de su eliminación copera contra ElPozo pasando por encima del Catgás Energía y manteniéndose una semana más al frente de la clasificación. Y el próximo sábado visita Son Moix el Inter Movistar. El equipo de Juanito ha acostumbrado al público a las emociones fuertes. El técnico y sus jugadores contagian su entusiasmo, la gente responde y acorazados como ElPozo o el Inter van acostumbrándose a la presencia en las alturas del Palma, un elemento que ya no les resulta tan extraño.

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