Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Minuto 91

No busquen, no hay más

Parecía el día señalado para que se sumara la primera victoria a domicilio de la temporada...

Parecía el día señalado para que se sumara la primera victoria a domicilio de la temporada. Pero va a ser que no. Habrá que esperar una nueva oportunidad. Y eso que se visitaba al colista Nàstic, que tras doce jornadas todavía no sabe lo que es ganar. El Mallorca de Vázquez afrontó el partido con miedo a perder, a hacer el ridículo, que es lo que hubiera sido una derrota ante un equipo que no sabe ganar. Se le vio el plumero al técnico con el cambio de Ansotegi por Óscar Díaz a 25 minutos del final y con empate a un gol. Por mucho que el gallego lo quisiera disfrazar con la idea de que los laterales debían ser más extremos que defensas. Vázquez no para de decir que el objetivo es el ascenso. Como discurso optimista está muy bien. Pero su deseo ha de ir acompañado de hechos, y estos brillan por su ausencia.

Era el día para dar un golpe sobre la mesa. Hace la tira que el equipo no encadena dos victorias. Con un triunfo ayer, una idea nada descabellada por el rival, el Mallorca estaría con los de arriba y no con el furgón de cola, su hábitat natural desde el descenso. Brandon, de los pocos que rinde a un buen nivel, evitó un mal mayor. El equipo hace tiempo que ha dado un paso atrás en el juego. Ya no domina los partidos, ya no es el dueño del balón. Y así se hace muy difícil ganar.

El botellazo a Neymar. Todo, absolutamente todo, se ha salido de madre en este tema. Desde la ridícula multa de 1.500 euros al Valencia -así se erradica la violencia en este país- hasta el teatro que protagonizaron Neymar y sus compañeros cuando celebraban el gol. Nunca el lanzamiento de una botella dejó tantos damnificados. En cualquier caso, igualar la gravedad de una agresión -porque lo es el lanzamiento de un objeto desde la grada- con el hecho de si los jugadores del Barcelona han exagerado mucho o poco, es sencillamente lamentable. Y eso es lo que ha hecho el inagotable Javier Tebas con sus declaraciones y el Comité de Disciplina con su decisión.

El fútbol sala le gana la partida al baloncesto. Más de tres mil aficionados en el Palau por la mañana para ver el Palma Futsal-ElPozo Murcia; apenas 1.500 por la tarde para el Palma Air Europa-Araberri. Es verdad que la primera cita era un duelo de primer nivel y la segunda un partido más del equipo de Xavi Sastre. Pero no deja de ser significativo que el espectáculo, como suele suceder desde hace ya tiempo, se vea en el fútbol sala y no en el baloncesto. El equipo de Juanito demostró ayer carácter y muchas cosas más para empatar un partido que tenía perdido. Algún día habrá que hablar mucho y bien de su director deportivo, Jose Tirado, el Monchi del Palma Futsal. Se fue la figura, Taffy, al Movistar Inter, y ha cogido el relevo Paradinsky, que ya estaba pero ha asumido galones. Es pronto para saber si ha llegado la hora de que el Palma Futsal levante algún trofeo, pero parece más cerca que nunca. El equipo no se acompleja ante nadie y se ve capaz de ganar a cualquier rival. Sin duda, un buen punto de partida.

Murray, muy cerca de tocar el cielo. El tenista escocés, al que siempre se le ha criticado por bajar los brazos ante el primer contratiempo, está a punto de desbancar a Novak Djokovic como número uno del mundo. Su triunfo en Viena le permite sumar 500 puntos y ponerse a tiro del serbio ante las inminentes citas de París-Bercy y la Copa de Maestros de Londres. El de Dunblane está en un estado de gracia como no se le conocía. A sus 29 años es un nuevo Murray. Hoy por hoy, con Djokovic desmotivado y Nadal y Federer de baja, no hay nadie que le tosa. Ya era hora.

Compartir el artículo

stats