Cruzar la Serra de Tramuntana, dos veces y en menos de 48 horas. Este es el reto que le falta a Jaume Perelló (4 de diciembre de 1981, Palma) para consumar el ciclo de las Tramuntrails. Este atleta de montaña mallorquín ha completado en 2016 tres de las cuatro pruebas necesarias de este gran desafío: superó la maratón y el trail en septiembre, mientras que la ultra la hizo en el pasado mes de abril. Ahora le queda la más difícil, la doble ultra. Perelló saldrá hoy de Pollença y recorrerá toda la Serra de Tramuntana hasta llegar a Andratx, donde dará media vuelta para volver otra vez a Pollença y cruzar la línea de meta. Serán 224 kilómetros. No se trata de llegar en primer lugar, sino simplemente de llegar, pues la organización tan solo premia que el atleta haya completado las cuatro pruebas. Serán dos noches en la montaña, y Perelló no tiene pensado ni siquiera dormir. "La ventaja de salir por la mañana es que me levantaré descansado, así que la primera noche la aguanto tranquilamente. La segunda depende de lo que me pida el cuerpo, pero no puedo permitirme el lujo de descansar tres o cuatro horas porque no llegaría a tiempo", asegura a DIARIO de MALLORCA. Su idea es hacer la ida en 21 horas y la vuelta en 23, así que como mucho tendrá un par de horas en todo el fin de semana para comer algo y recuperar fuerzas.

El primer día de carrera irá solo hasta que caiga la noche, momento en el que su mujer, Laura, le acompañará para hacerle los avituallamientos y el seguimiento con vehículo. Perelló es un amante de la naturaleza, por lo que el tramo nocturno es para él "el menos bonito y el más peligroso. Solo puedes mirar el suelo para no tropezarte, aunque el recorrido me lo sé de memoria". A partir de ahí, que será cuando más lo necesite, estará acompañado por otros corredores de su equipo, el Club Comando Sa Riera.

En este tipo de carreras tan exigentes la fuerza mental es incluso más importante que la física. "Los primeros 100 kilómetros son físicos, el cuerpo te responde y vas muy bien, pero a partir de ahí las piernas te empiezan a fallar y es cuando hay que tirar de cabeza. Tendré momentos de estar arriba, pero en según qué otros me puedo venir a bajo y tener malos pensamientos. Entonces, tener a mi mujer al lado y al resto de mis compañeros será un empujón muy importante", reconoce. Sin embargo, Perelló espera aprovechar la experiencia a pesar de las dificultades que se le puedan presentar: "En todas las carreras hay momentos para sufrir y para disfrutar. En este caso, al no ser competitiva y poder ir a nuestra bola con todo el equipo, pues yo creo que disfrutaremos más que sufriremos".

"Si lo equiparamos al fútbol es como una final. Hemos jugado los octavos, los cuartos y la semifinal. Somos como un equipo humilde y estar en la final ya es un premio. Será una fiesta, tanto por el sentimiento como por poder hacerlo en casa con nuestra gente", admite emocionado. El camino hasta aquí ha sido todo sacrificio, pero también muy bonito para aquellos que disfrutan de la montaña. "Me levanto a las cuatro de la mañana para poder entrenar y no robarles tiempo a mi familia", manifiesta Perelló, que explica que sus entrenamientos son más una continuación del resto de pruebas que una preparación específica.

"Me encuentro estupendamente. Tengo muchas ganas y creo que puede salir bien. Si no me viera en condiciones no lo intentaría", sostiene esperazando. "Lo importante es la satisfacción de hacerlo y poder disfrutar del entorno y del recorrido en compañía de mis seres queridos. Nos hemos involucrado todos, haremos piña y eso es lo bonito", asegura ilusionado.