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Preferiría no hacerlo

El entrenador zombi

El Mallorca protagonizó otra castaña de partido, por mucho que esta vez la cosa acabara bien. Algunas conclusiones de trazo grueso: el equipo contagia desgana incluso cuando conquista la victoria, Fernando Vázquez es un entrenador zombi y el Alcorcón puede ir pidiendo plaza en Segunda B. Los madrileños demostraron un nivel infame, y aún así habrían ganado de marcar su penalti a veinte minutos del final. Costará quitarse el mal sabor de boca que dejó semejante bodrio. Los más resignados tiran de argumentario y vaticinan que el triunfo reforzará la moral de los bermellones. Error. Los problemas son demasiado profundos como para pensar en efectos balsámicos que a estas alturas no confortan a casi nadie.

Tregua efímera

La temporada está siendo una fuente de desengaños para Vázquez, por mucho que de vez en cuando le conceda alguna tregua efímera. Ayer superó otra bola de partido, pero no consigue sacudirse la etiqueta de entrenador discutido que lleva colgando desde la pasada temporada. Al técnico se le ve excesivamente crispado en la banda porque constata que varios futbolistas en los que ha depositado mucha confianza no rinden al nivel exigido. Sin tener demasiadas cosas positivas que decir de sus pupilos, recurre casi siempre al pretexto de que al menos el equipo compite, un tópico muy extendido entre los entrenadores de equipos pequeños. En estas circunstancias resulta anacrónico que siga hablando de ascenso, aunque es muy respetable que defienda sus ideas hasta el final.

Nash

Steve Nash debió estremecerse con el espectáculo que estaba dando su Mallorca. La exestrella de la NBA tiene la suficiente sensibilidad y conocimientos como para saber que jugando así al Mallorca le valdrá para conquistar algunas victorias pírricas más, pero no para pasar del décimo puesto de la clasificación. El inversor se volverá el miércoles a Estados Unidos después de confirmar lo mala que es la categoría -por si le quedaba alguna duda- y de que hará falta un milagro para que el bloque bermellón pueda aspirar a algo más que a la permanencia. Mientras, la grada se despobla cada semana un poco más.

El cardassar lo borda

El Cardassar de Preferente ha redactado un decálogo de buen comportamiento destinado a los espectadores de fútbol base que debería ser expuesto en todos los clubes de las islas. Vale la pena reproducir los diez puntos del manifiesto, del que se hizo eco Jaume Vallès el pasado jueves en este diario: '1. No me grites en público; 2. No grites al entrenador; 3. No desprecies el árbitro; 4. No desprecies a mis compañeros; 5. No pierdas la calma; 6. Ríe y diviértete viéndome jugar; 7. No me des lecciones después del partido; 8. No olvides que es sólo un juego; 9. Piensa que siempre lo haré lo mejor que pueda; y 10. Con tu apoyo seré feliz'.

La decisión difícil

Rafel Nadal tomó la decisión aparentemente más sensata, pero también la más complicada. El cuerpo no le aguantaba y seguramente la mente tampoco. No era fácil decir adiós a la temporada porque aún había puntos en juego y algún compromiso difícil de romper. A sus 30 años, el tenista ha hecho sonar la primera alarma importante de su carrera respecto de su estado físico y anímico. En algún momento del pasado el mallorquín ya tuvo que dar algunos pasos atrás para poder avanzar con más firmeza, pero será difícil que recupere el nivel que le encumbró a lo más alto del tenis mundial. Quiere y merece el décimo título de Roland Garros. Y abrillantar su palmarés con otros torneos. Ya se verá hasta dónde llega, pero conviene no poner el listón demasiado alto.

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