­El Atlético Baleares frenó ayer en seco su ascensión a la zona de privilegio tras ceder su primera derrota de la temporada en casa frente a un Badalona que no sorprendió a nadie. Invicto y defensivamente muy bien tejido, el equipo de Manolo González encontró en el arranque del partido un mínimo resquicio en la zaga blanquiazul para sacar el máximo rédito posible, como así fue.

Y es que todo vino tras unos minutos de ‘tanteo’ de ambos onces. Un saque de esquina botado por Sandro fue cabeceado por el veterano Miquel Robusté al fondo de las mallas ante la pasividad de la defensa blanquiazul, en el que fue su único lunar en toda la matinal.

Con el gol en contra, el Atlético Baleares quedó tocado. Una circunstancia de la que intentó sacar tajada el cuadro de Manolo González. El exarlequinado Bruno Vinicius, con dos acciones en las que la torpeza por un lado del brasileño y por otra el acierto de Aulestia en sus intervenciones, evitaron que el partido se cerrase antes de tiempo.

Pasado el ‘sofocón’ inicial llegó la primera acción de peligro blanquiazul en un disparo cruzado de Tete Morente -de lo mejor ayer en Son Malferit- tras acción individual del gaditano, que no acabó en gol por bien poco. Posteriormente Carlos Cristeto, de lanzamiento lejano, Rubén Jurado, de fuerte disparo, y sobre todo David Prieto, con la testa, pusieron a prueba la integridad de un experimentado José Morales, que ante el propio Prieto realizó la parada del partido, evitando lo peor para su equipo. Con esta tesitura se pudo enfilar la zona de vestuarios con el 0-1 a su favor.

Tras el preceptivo parón, el Badalona para nada aflojó la marcha. Musa, de libre directo, dio más trabajo a Aulestia. El Atlético Baleares, con Xisco Hernández y Marcel Djeng sobre la cancha, buscó más profundidad en su fútbol por las bandas. Pero el Badalona no vino ni mucho menos a Son Malferit con un clavel en la mano. Rocosos, ordenados y disciplinados, los escapulados supieron aguantar de forma académica las embestidas blanquiazules, más hechas con el corazón que con la cabeza.

De nuevo Tete, junto con Avilés, Xisco y un fajador Jurado lo intentaron hasta el final. Pero ayer, el cuadro catalán demostró por qué es el único equipo de la categoría que todavía no conoce la derrota de la categoría. Además llevó a su terreno a un Atlético Baleares que despertó con el gol en contra pero que ayer no tuvo su mejor día ya que aunque creó ocasiones se mostró muy espeso.

Con esta derrota el cuadro blanquiazul desciende de la quinta plaza a la octava y se queda a tres puntos de la zona que da opción a jugar la fase de ascenso. En la próxima jornada, el conjunto palmesano visita al Lleida de Gustavo Siviero, que entrenó al Atlético Baleares en la temporada pasada y que no atraviesa por su mejor momento al estar en zona de descenso.