Ursuline Gibus está en Mallorca para ganar la final del torneo de las yeguas francesas a las representantes de los propietarios de las islas. Con ese objetivo se la ha confiado a Miquel Vich su propietario, el profesional galo Benjamin Goetz. Un plan que quedó en evidencia ayer, con la demostración de superioridad y la fácil victoria que se apuntó, dirigida por Toni Valls, en su carrera Premium de Son Pardo, que afrontó con un sulky de 'tres pisos', para evitar el riesgo de que se golpease y dañase los posteriores.

Toda una fonfirmación en la que a Ursuline Gibus le sobró la recta de meta para sentenciar su triunfo, con margen, rodando a un promedio de 1:17'1 sobre 2.150 metros. Sin necesidad de forzar.

Limitando su actuación a progresar desde la cola del pelotón tras una buena guía -Victoire Reine- y a cambiar de ritmo en los últimos 250 metros. Y sin importarle nunca "la innalcanzable" ventaja con que parecía que Vaeva Pride se mantenía en cabeza.

Tras llegar a Mallorca el 30 de septiembre procedente del sur de Francia, y fallar en su debut en Manacor, Ursuline Gibus ha necesitado apenas 14 días para demostrar que -sin Suzuka en carrera- debe ser considerada la gran candidata a imponerse en la final de diciembre del torneo balear de las yeguas francesas.

Todo eso deparó una carrera, la segunda del programa de Son Pardo, en la que su gran favorita al triunfo, Topaze Cilao, terminó sexta y bloqueada, sin espacio por el que acelerar, pese a disponer de su mejor puesto de salida desde que compite en Mallorca.

Doble doblete

También disfrutaron ayer de triunfos importantes la Cuadra Ladil y el conductor felanitxer Xisco Bennásar. En su caso con éxitos conjuntos. Es decir, con un doble doblete a cargo de Carbó de Ladil y Bona d'Orki, ambos dirigidos por Bennásar. Dos victorias conquistadas por delante de los favoritos de sus respectivas carreras -Cris Ever JS y Brooklyn SPA-, improvisando sobre la marcha y aplicando estrategias diferentes.