Marcus Cooper regresa a Mallorca. El palista mallorquín, oro en el K-1 1.000 metros de los Juegos de Río, se entrenará a partir de ahora en la isla. De hecho, vivirá en la zona de Alcúdia, al igual que harán otros palistas, para estar cerca del Lago Esperanza.

"Necesitaba un cambio de aires después de un año en Asturias y cinco en Madrid. Voy a volver a vivir en Mallorca", aseguró ayer el deportista del Real Club Náutico de Portopetro, que tiene como objetivo preferencial para esta próxima temporada el Campeonato de España, que está previsto que se celebre en marzo de 2017.

Uno de los deportistas con los que podrá compartir zonas y sesiones de entrenamientos es el también mallorquín y olímpico Sete Benavides, cuarto en el C-1 200 metros en Londres 2012 y en Río de Janeiro 2016.

"La vida me ha cambiado", añadió Marcus Cooper sobre la repercusión del oro olímpico conseguido en Brasil. "Ahora voy por Palma y mucha gente me conoce. Me piden fotos y autógrafos... La gente es muy amable", agregó el palista del RCN Portopetro, que en el último mes ha sido protagonista en diversos actos, tanto deportivos como de otros ámbitos.

El deportista, además, restó importancia a la polémica que surgió en agosto, cuando se puso en duda su pasaporte español: "Yo nací en Oxford -Inglaterra- porque mis padres estaban allí circunstancialmente". "Soy totalmente mallorquín y español", sentenció Cooper.

Más palistas en su club

El palista destacó asimismo el impacto que ha tenido su oro en los Juegos Olímpicos de Río para su deporte: "En mi club se ha notado mucho. Ha aumentado el número de personas que quieren hacer piragüismo. Y, sobre todo, hay muchos niños que quieren probarlo".