Sin jugar bien y con las ausencias de Messi, por lesión, y Andrés Iniesta, el Barcelona acabó goleando a un Sporting de Gijón que durante muchos minutos plantó cara al conjunto azulgrana, pero que terminó desfondado cuando le fallaron las fuerzas y además se quedó con un hombre menos, lo que le hizo ser víctima propiciatoria de la enorme puntería de las estrellas azulgranas.

El Barcelona tardó media hora en romper un partido en el que el Sporting plantó cara en los primeros minutos e, incluso, tuvo tantas oportunidades como los azulgranas, pero dos acciones de calidad individual de los visitantes sentenciaron. Primero con Luis Suárez dejando en evidencia a toda la defensa rojiblanca y luego tras una internada de Sergi Roberto, que puso un centro medido a la cabeza de Rafinha.

A partir de ese momento el Barça empezó a jugar, aunque tras el descanso el Sporting pareció renacer. Una mejora que cesó cuando quedó en inferioridad tras la segunda amarilla de Lora, todavía con 17 minutos de partido. Fue entonces cuando el ímpetu local se frenó y el Barcelona sin esforzarse acabó goleando con otros tres goles en apenas 10 minutos. Dos de ellos obra de Neymar y uno a cargo de Turán, dejando en evidencia a la defensa local en las tres acciones.

Tras el triunfo de sus pupilos Luis Enrique aseguró que "el resultado es engañoso", alegando para ello que "parece que fue un partido fácil, pero no lo fue". "La segunda parte la empezamos muy flojos y dimos la posibilidad al Sporting de que se metiese en el partido; con 0-2 un partido nunca está cerrado", señaló en su análisis el técnico azulgrana, antes de lamentar que "hay muchas cosas que mejorar en este equipo".

El entrenador del Sporting, Abelardo Fernández, desechó buscar excusas a la goleada encajada. "No se puede vender la moto cuando acabas de perder 0-5", aunque defendió que su equipo realizó "un buen partido", destacando para ello su juego "en los inicios de las dos partes".