El Atlético Baleares sigue invicto pero ayer desperdició una clara ocasión de consolidar su posición de privilegio en el grupo tercero de la Segunda B. Delante tuvo a un Gavà que se fortificó en defensa gracias a la seguridad que bajo palos dio su cancerbero, Craviotto. El once de Juanma Pons, muy efectivo en sus acciones ofensivas, a punto estuvo de dar la gran sorpresa en Son Malferit frente a un cuadro blanquiazul que tardó demasiado en meterse en el partido.

El Gavà, más enchufado de salida que los blanquiazules, supo sacar tajada de la parsimonia local para adelantarse en el marcador cuando el espigado Sasha remata de cabeza tras un magnífico servicio por la izquierda de Héctor Camps al que no llegó a despejar David Prieto. Con el gol en contra, el Atlético Baleares intentó la remontada primero jugando y después a golpe de riñón. Pero en ambos casos las intervenciones del experimentado cancerbero visitante Carlos Craviotto, por un lado, y el punto de mira sumamente mejorable de los atacantes blanquiazules, por otro, provocaron que el empate llegase cuando el partido en el primer acto estaba ya en sus estertores.

Y tuvo que ser Kike López, que acompañado de Rubén Jurado fraguara el 1-1. Balón colgado dentro del área que alcanza el primero con la cabeza tras beneficiarse del empujón de Agustín sobre el propio Jurado. El centrocampista blanquiazul, solo y libre de marca, bate el marco catalán. Con tablas en el marcador, Fullana primero y Vich después buscaron desnivelar el marcador con sendos disparos desde la frontal, pero sin éxito final. Al intermedio, tablas en el luminoso. Y con todo un segundo período para revertir la situación. Pero, ello no fue así.

Los catalanes, muy bien posicionados sobre la cancha, apenas dejaban resquicios a los blanquiazules, que, con el paso de los minutos se iban poniendo nerviosos ante la falta de opciones reales de gol de que disfrutaban. Con todo, Fullana tuvo mucha participación ofensiva en el primer tramo del segundo periodo. Un duro disparo en el minuto 7 y una vaselina con intención en el 18 de la reanudación, así como un lanzamiento de Malik tras dejada de Jurado parecían abrir el camino del 2 a 1 local. Y no fue así. Los catalanes, aprovechándose de un nuevo despiste de la zaga blanquiazul, habilitaron al recién entrado Nico Kata para que éste, tras aprovecharse del pase de su compañero Sasha, fusilase sobre su salida a Aulestia.

Con 1 a 2 y poco más de quince minutos por delante, Ziege tiró del plan B, y metió velocidad y juego directo en cancha. Sánchez y Prieto se fueron a la caseta, entrando Avilés y Tete en su lugar. Y la apuesta le salió bien al técnico alemán. Una espectacular acción por banda siniestra del propio Tete Morente acabó con un centro con rosca que la cabeza de Jurado transformó en gol.

Con el nuevo empate en el marcador, el público blanquiazul pudo disfrutar de los mejores minutos de un Atlético Baleares sin corsé defensivo, desmelenado y que no tuvo la suerte necesaria para transformar las acciones del propio Jurado, Avilés y Tete en gol. Y para colmo de desdichas, en la última acción del partido -el árbitro pitó a continuación el final del encuentro- un slalom vertiginoso por banda diestra de Xisco Hernández acabó con un centro agónico al primer palo al que llegó en posición de ataque Guiem Vallori. Su remate no acabó en gol porque Carlos Craviotto ayer estuvo de dulce, cerrando así su portería y de paso el partido con reparto de puntos entre dos equipos con objetivos muy distintos en la Liga, pero que ayer se confundieron sobre la cancha.