A la espera de lo que suceda en los próximos torneos hasta final de año, la mayoría en pista cubierta, y con el objetivo de clasificarse para la Copa de Maestros de Londres, Rafel Nadal culminó el domingo en Nueva York el peor año de su carrera en torneos de Grand Slam. El tenista mallorquín, que cayó en los octavos de final del Abierto de Estados Unidos ante el francés Lucas Pouille en cinco sets tras cuatro horas y seis minutos de juego, no ha pasado de la cuarta ronda en ninguno de los cuatro grandes. De hecho, su presencia en los octavos de final del último 'grande' de la temporada aparecerá como su mejor resultado en los libros de historia por lo que al año 2016 se refiere.

Nadal, dos veces campeón en Nueva York (2010 y 2013) encajó una derrota que duele ante el joven tenista galo que, a sus 22 años, sumó ante Nadal su cuarta victoria ante un 'top 10' en este año. Y, como de costumbre, al final del partido se sinceró en rueda de prensa. "Necesito sacar mejor", admitió, "voy a luchar por lograr un cambio".

La trayectoria de Nadal en los grandes en este año empezó con una inesperada derrota en el Abierto de Australia en primera ronda ante Fernando Verdasco en cinco sets y tras casi cinco horas de partido. El campeón de catorce grandes, vencedor en Australia en 2009, desperdició un 6-5 y 0-30 en el cuarto set, a dos pelotas de partido. Era la segunda vez en su carrera que perdía a las primeras de cambio en un Grand Slam tras hacerlo en Wimbledon 2013. La derrota llevó a su tío Toni a plantearse su futuro como entrenador: "Si uno tiene que hacer un cambio lo tiene que hacer. Entiendo que en el mundo del deporte lo que va por delante son los resultados", afirmó Toni.

En Roland Garros sufrió la que posiblemente ha sido la mayor decepción del año. Una inflamación en el tendón de su muñeca izquierda le obligó a abandonar en tercera ronda. Sus contundentes victorias ante el australiano Samuel Groth y el argentino Facundo Bagnis no hacían presagiar un final de trayecto tan abrupto de Nadal, que acudía a su torneo fetiche con una gran moral tras su buena temporada de tierra.

La lesión, como se preveía, le obligó a renunciar a Wimbledon. Toda su atención estaba fijada en reaparecer en los Juegos de Río, nominado como el abanderado del equipo español en el desfile inaugural. No se corrió ningún riesgo, hasta el punto de que su reaparición estaba prevista para el torneo de Toronto, del que finalmente se ausentó.

Tres meses después de retirarse de Roland Garros, el 29 de agosto reaparecía en un 'grande', el Abierto de Estados Unidos, con una fácil victoria ante el uzbeko Istomín. El italiano Seppi y el ruso Kuznetsov fueron sus siguientes víctimas. Y se plantó en octavos, su mejor clasificación en un 'grande' en 2016 sin ceder un set ante Pouille. Y ahí se cortó su racha. Los resultados no han sido los esperados, pero la ambición sigue intacta para volver a a parecerse al mejor Nadal.