Si hacemos caso a lo manifestado a lo largo de la semana por Maheta Molango, el consejero delegado del Mallorca debe estar contento -aunque no feliz- con el punto logrado por su equipo tras el partido de ayer ante un Oviedo que vino a Mallorca a no perder. Molango decía, contradiciendo un poco la idea de Fernando Vázquez, que el empate podía no ser un mal resultado. También lo dijo cuando el Mallorca cayó ante el Reus y seguro que más de un aficionado le hubiera dado la razón. Pero, visto lo visto ayer, tras noventa minutos en que el Mallorca dominó por completo a su rival en todas las fases del partido -como reconoció incluso Fernando Hierro- el punto sabe a muy poco. Catorce corners sin ningún fruto, hasta tres claras ocasiones desbaratadas por Juan Carlos, -paradójicamente el único mallorquín en el campo durante muchos minutos- dan idea de lo que fue el espectáculo visto ayer en Son Moix.
Actitud ambiciosa
Fernando Vázquez sigue pensando en el ascenso y esta misma semana hablaba de que eso más que una meta era una actitud. El gallego parece haber contagiado el discurso a sus hombres que ayer saltaron al césped mordiendo al rival, en un despliegue físico, con presión en todo el campo, que desgraciadamente no tuvo su fruto. El Mallorca jugó ayer para ganar, mejoró su juego con respecto al partido de Cádiz y por supuesto sobre el del Reus. Esta vez no se encajó ningún gol ni se concedió ocasión alguna al rival. El árbitro tampoco ayudó para nada y aunque alguno que otro pidió penalti por unas manos en el área del Oviedo y hubo quejas por cómo cortaron los asturianos algunas jugadas de peligro, el del silbato no tuvo incidencia real en el resultado.
Falla la pegada
Si con todos estos argumentos el Mallorca no fue capaz de ganar, el debate de la semana puede ser el de la falta de un delantero goleador y si el club, Molango y Recio, no debían haber buscado un recambio para Colunga antes de que se cerrara el mercado de fichajes el pasado 31 de agosto. Es verdad que el Mallorca ha hecho bien en prescindir de un jugador que no quería estar y que tenía un conflicto con el entrenador y con más de un jugador, pero el Mallorca ha quedado cojo en la delantera. Si el gol sigue sin aparecer la solución no podrá llegar hasta el mercado de invierno, aunque hay otras opciones no testadas como la de Adrià Dalmau.
Paciencia
Hará falta no perder los nervios e intentar no tomar decisiones precipitadas, pero si es verdad lo dicho por Molango, de que lo importante es consolidar el equipo más que ascender, puede que con el tiempo este equipo mejore y le dé alegrías a la afición en poco tiempo.
Lorenzo, un mundial de transición
A principio de temporada parecía que el mallorquín iba a luchar por un nuevo mundial de moto GP, pero ha sido una vana ilusión y ahora vemos a un piloto cauto y que rehuye los riesgos excesivos. Parece que no hay duda de que detrás de esta aparente falta de competitividad está su anunciado fichaje por Ducati para la próxima temporada, anunciado pocas semanas después del inicio del Mundial, y que ha supuesto un antes y un después en su aguerrida forma de pilotar. Ahora Lorenzo desaparece con la lluvia, en las carreras de alto riesgo. El Mundial será un mano a mano entre Rossi y Márquez. Todos esperamos que el Lorenzo que todos conocemos esté de vuelta con Ducati para devolver a la marca italiana a lo más alto del podio, algo que no logra desde los tiempos de Casey Stoner.
