Tras pasar calor y combinar trabajo y/o estudios en pretemporada, llega la hora de la verdad para Collerense, Son Sardina y Porto Cristo, los tres equipos mallorquines que esta campaña militan en la Segunda División Femenina del fútbol nacional.
Tras siete temporadas en Primera, al Collerense le toca 'resetearse' tras el descenso. Con nostalgia de la categoría perdida, pero convencidas de que las jóvenes 'jabatas' darán el do de pecho en una Liga en la que parten como favoritas al campeonato. La realidad es bien distinta, tanto a nivel deportivo como económico. Con todo, si la pelota entra, todo es posible.
Se estrenan mañana domingo en casa frente a l'Estartit (12:30 horas) y una temporada más saltarán al césped las veteranas Maria Vidal y Pili Espadas. En el caso de la capitana, a sus 35 años sigue siendo todo un referente no solo de su equipo, sino también de la liga. De hecho, se da la curiosidad que muchas de las jóvenes que ahora son habituales en el equipo titular del Coll, fueron en su momento discípulas de Pili Espadas. La excepción a esta regla son la portera internacional sub-17 Cata Coll, que recala en el Coll procedente del Atlético Marratxí, y la jugadora Nabila ( Son Ximelis).
Sobre lo que les espera esta campaña, su técnico, José Antonio Sánchez Ros (tercera temporada), afirma: "Aplicaremos el cholismo de ir partido a partido. Subir a Primera es muy complicado. Sabemos del nivel de la Segunda, ya que nuestro filial jugó en esta categoría, y la idea será la de competir en todos los partidos, y cuando llegue el mes de abril, que es cuando se decide todo, intentaremos llegar con plenas opciones de competir por el campeonato".
Además, tiene claro que entre el grupo de favoritos para estar arriba también "estará el Son Sardina, que se ha reforzado muy bien".
Tras un verano movido por las altas registradas, el Son Sardina buscará en su tercer ejercicio deportivo en Segunda dar un paso cualitativo. Y, por qué no, sin renunciar a nada. En este sentido, el entrenador Jaume Pons está contento de cómo se ha reforzado su equipo "pese al monopolio existente por parte del Collerense, que lo acapara todo".
Interesantes se prevén los derbis con el cuadro del Coll, del que han llegado dos jugadoras: la portera Andrea Rodríguez y la defensa Anita Campos. Junto a ellas, se han unido al Son Sardina Marina Tugores, Rayanne y Zaida (Santa Ponça), Cati Delgado (Son Sardina B) y la que fue entrenadora del primer equipo la pasada temporada, una Marga Mas (exjugadora del Barcelona) que a sus 32 años volverá a los terrenos de juego. No será la más veterana del equipo, ya que ese honor lo sigue teniendo Esmeralda Mendoza, todo un ejemplo de longevidad deportiva a sus 39 años.
Las gualdinegras también se estrenan en casa, y a la misma hora, frente al Europa catalán.
Tras conseguir el pasado curso el derecho a jugar en Segunda en dura pugna con el Atlético Marratxí, llega la hora de la verdad para las chicas de Toni Lluís Nebot. Y a sabiendas de que pasarán de ganarlo casi todo a celebrar como oro en paño cada triunfo que se consiga en una liga que en su momento ya fagocitó proyectos como los del Manacor, Serverense, Paguera, Mallorca o Collerense B, entre otros.
"Un reto muy grande"
En este sentido, el técnico de las porteñas reconoce que el reto es "muy grande para un club que en su momento apostó por el futbol femenino". "Las jugadoras tienen ganas de intentarlo y todos juntos decidimos aceptar el ascenso", recalca. "El objetivo es competir esta temporada lo máximo que se pueda y mantener la categoría para consolidar este proyecto, al menos en Segunda", agrega.
Afrontarán la temporada con el grueso del plantel de la pasada campaña -con Gemma Arrabal como jugadora de mayor proyección-, más los retoques que el escaso mercado femenino ha dispuesto a lo largo del verano. "Esperemos que sea suficiente para quedar fuera de los tres lugares de descenso", dice Nebot, que espera el apoyo de una afición fiel y que en más de una ocasión ya ha llenado el recinto de Ses Comes.
Se estrenan en la competición mañana domingo a las cinco de la tarde en el campo del Pallejà con toda la ilusión del mundo. Y es que tras iniciar hace ocho años la aventura del fútbol femenino, llega la primera reválida para un equipo que ya ha conseguido su primer triunfo: dar viabilidad económica a un proyecto que aglutina a un montón de futuras internacionales.
