Sergio Sanz (Inca, 1992) debutó el pasado domingo el futbolista con el Alcúdia de Tercera División. Salió a mitad de la segunda parte y casi logra marcar en el que fue un triunfo fácil de su equipo ante un joven Ferriolense (5-0). Sobre el papel, todo normal; un partido más en su dilatada carrera si no fuera porque debutó a las órdenes del técnico Pep Barceló como delantero cuando hasta la fecha había sido uno de los porteros referentes de la categoría.
Y es que este joven jugador decidió este verano vencer a la "ansiedad" que le creaba antes de cada partido colocarse bajo los tres palos para "disfrutar más" y "vivir mejor" un deporte, el fútbol, que asegura que le "encanta".
"Fue una cosa totalmente diferente a cuando jugaba de portero. No estaba nervioso, pero no negaré que antes de salir al campo tenía ese gusano que te hace cosquillas en el estómago. Al salir se me fue, y más con el apoyo que tuve de mis amigos en la grada. Fue emocionante", manifiesta Sanz en cuanto a su debut como jugador de campo, y más concretamente de media punta.
Este futbolista, que en la temporada pasada defendió la portería del Constancia y que también ha pertenecido a las plantillas del Écija, Lucena y Zaragoza, entre otros, asegura que hacía años que rumiaba este cambio de demarcación. "Lo veía en los entrenamientos. Me lo pasaba mucho mejor cuando hacíamos ejercicios de posesión que cuando me ponía los guantes. Vamos a ver, jugar de portero también me gustaba, pero siempre tenía ese ansia de ser jugador de campo. ´Si lo quieres probar lo tienes que hacer ahora que eres joven y tienes salud y fuerza´, me dije al finalizar la pasada temporada", reconoce Sergio Sanz.
De parar a marcar. "Claro que ha sido un cambio radical para mí. No tiene que ver con la otra etapa, en absoluto. Antes hacía lo imposible para parar el balón y ahora busco como introducir el esférico al fondo de la red", manifiesta entre risas el jugar del Alcúdia.
Sanz admite que el haber sido portero a lo largo de todo este tiempo favorece que sepa los puntos débiles de los cancerberos que ahora tiene delante. "Sé dónde puedo hacerles daño cuando chuto. Esto, sin duda, uno que no ha sido portero no lo sabe", desvela.
Su debut el pasado domingo en el Alcúdia fue "una cosa rara". "En este equipo hay unos nueve jugadores que son amigos míos desde hace varios años. Entre estos está Pedro Socías, el capitán. Hablando con él le dije que siempre me había hecho ilusión ser delantero y me dijo: ´Si tienes ganas, yo hablaré con el entrenador y podemos probar a ver qué tal te va´. Me encontré a Pep Barceló y me dijo ´¿es cierto lo que me han dicho? Si quieres venir puedes hacerlo ya que me han hablado bien de ti.´ La verdad es que cuenta conmigo como si fuera un jugador más. Estoy muy contento por eso", relata.
La portería es el puesto más infravalorado en un equipo de fútbol, al menos los errores de los guardametas son los que se aprecian más. "Cuando juegas de portero yo siempre lo hacía sufriendo. Me sentía mal a veces. No disfrutas de jugar. Cada partido es como un examen y, aunque te hayas preparado, te puedes poner nervioso según vaya tu actuación o el partido. Un jugador de campo puede fallar una ocasión y no pasa nada. Tendrá otra y otra", dice.
A mediados del pasado mes de junio Sergio Sanz causó un gran revuelo al anunciar por las redes sociales que colgaba los guantes de portero para ponerse las botas como jugador. "Cuando la ilusión se va apagando y dejas de confiar ciegamente en aquello que haces y, sobre todo, cuando lo que antes te hacía feliz deja de hacértelo es que es el momento de darle un giro a tu vida y buscar algo que vuelva a encender la chispa y te motive a hacer lo que hagas", comenta Sanz, que añade: "Mi vida siempre va a girar en torno al fútbol, lo tengo claro, es mi gran pasión. Pero lo que realmente me motiva hoy por hoy es enfrentarme a la portería, no defenderla".
