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Análisis

Mir, el heredero de Salom

Mir, el heredero de Salom

El colmo de la simpatía. Joan Mir, nacido en Palma el primero de septiembre de 1997, acaba de coronarse como nuevo ganador de un Gran Premio mundialista. Y no solo eso, no, también ha convertido su carrera nº 11 en el Mundial y su primer podio, en su primera victoria. Tremendo.

“Lo primero que quiero hacer es dedicarle esta victoria, mejor aún, este estupendo fin de semana, mi primera ‘pole position’ y mi primera victoria, a Luis Salom, que seguirá durante mucho tiempo en nuestras cabezas”, comenzó diciendo Mir, nada más bajarse del podio. “Los dos somos mallorquines y, aunque no éramos muy cercanos, tenía ganas de dedicarle algo grande, pero algo ¡grande, de verdad! y creo que este fin de semana ya es digno de dedicárselo a él”.

Mir explica, entre sonrisas a lo Rafel Nadal o Marc Márquez, que “esta victoria me ayudará mucho, sobre todo a quitarme de encima esa broma, bueno, no tan broma, de que yo soy, era, era, un piloto de ‘puerta grande o enfermeria’, en el sentido de que me la jugaba con demasiado riesgo”. El mallorquín reconoció que “después de los excelentes entrenamientos que había hecho, era una oportunidad fantástica, en un trazado veloz, como Phillip Island, donde ya me fue bien”.

Mir ha sufrido, sobre todo, en las últimas vueltas “cuando Binder se ha puesto a tirar y creía que se nos escapaba, pero lo hemos cazado enseguida”. Luego, cuando Bastianini le ha superado en la recta “estaba tranquilo porque sabía que era cosa del rebufo, no de que tuviese más velocidad o valor que yo”. Y, al final, en la última vuelta, se lo ha jugado, esta vez sí, a tope. “Ese ha sido mi cambio de ‘chip’, hacer los entrenamientos solo, saber que tenía una buena vuelta en mis manos, saber que tenía ritmo y no como antes que hacía unos ensayos irregulares y salía a la carrera a ver qué pasaba”.

Y, sí, en una última vuelta fabulosa, sobre todo en los dos últimos parciales, Mir, que reconoce que haber corrido el año pasado el Campeonato de España con una moto inferior a la de los demás “me hizo sacar lo mejor de mí mismo y esforzarme mucho más que el resto”, ha ganado de forma espectacular, sin necesidad de sufrir en las últimas dos rectas y curvas porque ya había adquirido suficiente ventaja como para cruzar la meta en plan vencedor, pensar en su amigo Salom y celebrar, en su Gran Premio nº 11, que ha entrado en el libro de oro del motociclismo español. Y mundial.

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