Álex Abrines seguirá los pasos de Rudy Fernández, primer mallorquín en jugar en la NBA. En junio de 2008 el alero confirmó en una multitudinaria rueda de prensa que había conquistado "el sueño" de jugar en la máxima competición mundial de baloncesto. Tenía un acuerdo con los Portland Trail Blazers, equipo en el que jugaría tres temporadas. El palmesano ponía fin así a una década en el DKV Joventut de Badalona.

Durante aquellos tres años Rudy promedió 9,1 puntos, 2,5 rebotes y 2,2 asistencias. Pero su aventura en la NBA no se terminó en Portland. En el verano de 2011 los Mavericks de Dallas -ganadores del anterior anillo de la competición- se hicieron con los derechos del mallorquín.

El cierre patronal que sufrió poco después la NBA impidió que debutara con su nuevo equipo y Rudy firmó con el Real Madrid. Sin embargo, en diciembre de aquella extraña temporada confirmó su regreso a Estados Unidos. No a Dallas, sino a Denver. Allí jugó un curso antes de volver a España para enfundarse nuevamente la camiseta del Real Madrid.

En total, el mallorquín jugó 249 partidos de la liga regular en la NBA y dieciocho de ´play-offs´ por el título.