Nada hay más importante que la vida humana y cuando ocurre un caso dramático como el de la muerte de un joven campeón como Luis Salom en el circuito de Montmeló todas las consideraciones que uno pueda hacer quedan en segundo plano. El joven palmesano, de apenas 24 años y miembro de una saga ligada como pocas al motociclismo, ha visto segada su trayectoria ascendente por un accidente del que todavía faltan conocer detalles importantes, sobre todo para evitar que se pudiera repetir en el futuro. Luis falleció el viernes, pero su recuerdo como gran deportista y mejor persona permanecerá con nosotros y con todos los que lo conocieron. Como rezaban las pancartas que ayer se vieron en el Gran Premio de Catalunya estará "siempre en nuestros corazones".
tareas para después de la salvación.
La alegría que la afición y los rectores del Mallorca sienten al haber evitado en la última jornada de Liga el descenso a Segunda B han de dar paso desde ya a un análisis profundo de por qué se ha llegado a esta situación extrema, cuando los mimbres teóricos con los que se contaba eran los adecuados para lograr metas mucho más altas. El fútbol no es una ciencia exacta, porque el éxito depende de muchos factores, el principal que la pelota entre en la portería contraria, pero lo que está claro es que el rendimiento de esta plantilla ha estado en lo mínimo esperado y es preciso buscar a los responsables de que esto ha sido así. La culpa, qué palabra tan fea, tiene muchos padres y hay que repartirla entre muchos responsables, sin olvidar a nadie. Jugadores, técnicos, miembros de la dirección deportiva, de la planificación y de las más altas esferas del club, empezando por el mal trabajo que se hizo a principio de temporada y que no ha sido posible enmendar ni siquiera con un cambio de propietario que vino con ganas de revertir las cosas y de sacarse la chequera si fuera necesario. Si para algo sirve conocer la historia, el Mallorca de Jaume Roselló, antes de conseguir uno de sus ascensos, y tras fracasar en una tentativa anterior, despidió a 16 de los 18 jugadores de la plantilla y al entonces entrenador. El símil es aplicable a la situación actual y si de la afición mallorquina dependiera seguro que pronto tendríamos los hombres que hay que salvar del naufragio y llevar al arca. Pero esa es tarea de Molango y del grupo inversor de Sarver. No le ha de temblar la mano. Todo por el bien del Mallorca.
La mala fortuna del Palma Futsal.
Si algún equipo ha hecho este año méritos para lograr una gesta este ha sido el Palma Futsal, que llegó a la final de la Copa para perderla en la prórroga ante ElPozo Murcia y que esta semana ha visto cómo los penaltis le apeaban de jugarse la Liga de Fútbol Sala ante el Barcelona. La derrota en el tercer partido de ayer, tras el golpe desmoralizador que se produjo tras caer desde los lanzamientos en el punto fatídico en el segundo partido de Palma, era esperable. Aún así nada ha de empañar la que ha sido una temporada excelente a la que le ha faltado solo la guinda de un título importante.
Djokovic ya reina en París.
Por fin lo ha conseguido el serbio. Novak Djokovic rompió su maldición en París, reinado de nuestro Rafel Nadal y logró completar un hito tenístico al hacerse con el único Grand Slam que le faltaba, el de la tierra de Roland Garros, esa copa que el mallorquín se ha llevado en nueve ocasiones. Nos queda la duda de qué hubiera podido pasar si nuestro Nadal hubiera competido en plenas condiciones en el torneo y no hubiera tenido que retirarse a causa de una lesión, pero sin duda Djokovic está a un nivel por encima de los demás y lo merecía.
