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Alpinismo

"Queríamos ir al Cho Oyu, pero alguien me dijo 'Id al Everest'"

Joan Antoni Olivieri, que junto al desaparecido Tolo Calafat conquistó la cima del mundo hoy hace diez años, relata su experiencia junto al mítico Jordi Pons y Rubí

"Antes del Everest hicimos los Pirineos, el Aconcagua y después queríamos ir al Cho Oyu, pero era poco vendible a nivel de patrocinadores. Y Pere March me dijo: 'Id al Everest'. Y fue bien. Conseguimos sponsors". Así empezó a relatar Joan Antoni Olivieri cómo comenzó la aventura 'Mallorca a dalt de tot, Everest 2006', que protagonizó junto al alpinista Tolo Quetglas y al desaparecido Tolo Calafat, y que culminó con la conquista de la montaña más alta de la tierra el 18 de mayo de 2006, hoy hace diez años.

Olivieri fue uno de los protagonistas de la charla coloquio 'Mallorquins a l'Everest-10 anys', que se celebró ayer en el Club Diario de Mallorca ante una nutrida presencia de aficionados, que además pudieron disfrutar de la emisión de un documental de las expediciones de los conferenciantes: además de Olivieri, Jordi Pons, mítico alpinista, jefe de la expedición catalana al Everest en 1982, y el himalayista mallorquín Tomeu Rubí, en un coloquio moderado por el presidente de la Federación Balear de Alpinismo y Escalada (FBAE), Xisco Colom.

Diez años después de la gesta, Olivieri, que recordó con emoción la figura de su compañero Tolo Calafat, afirma que le hubiera gustado subir sin oxígeno. "Después del Everest busco zonas menos exploradas porque el concepto de alta montaña te cambia mucho. Después del Broad Peak, con mi nivel, las rutas que podía hacer se han convertido en muy comerciales", comentó.

Durante el documental de la expedición mallorquina al Everest, Tolo Quetglas, que tuvo que renunciar a la cima por molestias físicas, resume en pocas palabras cuál era el sentimiento de los expedicionarios desde la tienda de campaña. "Hace una noche de perros. Hay que comer sin tener gana para salir a las doce de la noche para llegar a la escalada con sol", describe. "Estamos a 35 grados bajo cero y a ocho mil metros cualquier pequeño movimiento es un gran sacrificio".

Jordi Pons, presentado por Colom como "uno de los mejores alpinistas de España", contó algunas de las muchas vivencias que han marcado su larga etapa como alpinista y que hizo las delicias de los presentes. "Cuando subimos al Annapurna en 1974 nos recibió hasta Franco, que murió un año después", rememoró Pons, experto en mil batallas. "En 1961 hice el primer 6.000; en 1969 el primer 7.000 del Estado español y en 1974 el Annapurna, una montaña mítica, de las más mortíferas". Pons, que lamentó que el Everest se haya "convertido en un circo; hay mucha gente que dispone de 40.000 dólares, de dos meses y que es muy fuerte", considera que lo más importante en la montaña "no es llegar arriba, sino poder explicarlo. Nosotros nos quedamos a 300 metros de la cima. Desde el campamento base, unos compañeros vieron cómo un sherpa cayó desde 2.500 metros sin saber quién era", explicó Pons. "¿Qué se siente cuando llegas arriba?', me suelen preguntar", comentó Pons. "Cuando estoy arriba lo que siento es unas ganas de bajar increíbles", se respondió, provocando las risas del público.

Tomeu Rubí busca otro tipo de sensaciones en la montaña: "Hago las expediciones con mi pareja. No me he planteado hacer otro ocho mil. Buscamos el camino duro, el punto de aventura es muy importante. Para dos personas con poco presupuesto y poco tiempo es difícil. Buscamos que no solo sea caminar, sino que haya una dificultad técnica, incluso en Mallorca", concluyó.

Conferencia: Mallorquins a l´Everest-10 anys

Conferencia sobre la primera expedición mallorquina en subir al Everest .

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