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Tenis

Nadal se siente fuerte

Pese a su séptima derrota seguida ante Djkokovic, el mallorquín llega a punto a Roland Garros frente a un serbio más terrenal

Nadal corre para alcanzar la pelota en su partido ante Djokovic.

­"No sé lo que hubiera pasado en un partido a cinco sets", dijo Novak Djokovic minutos después de derrotar por séptima vez consecutiva a Rafel Nadal en los cuartos de final de Roma por 7/5 y 7/6(3). Fue una declaración sincera del número uno, que expresaba de esta manera las dudas que le han entrado ante un Nadal más reconocible en su juego y que a pasos agigantados recuerda al que no hace tanto dominaba sobre tierra de manera tiránica.

Nadal se siente fuerte a una semana del inicio de Roland Garros, donde a partir del próximo domingo aspira a su décimo título. Y se siente así porque es competitivo ante cualquier rival, Djokovic incluido, al que sigue sin ganar un set desde que le venció en la final de Roland Garros de 2014, pero está muy cerca de conseguirlo. Lo estuvo el pasado viernes, cuando desperdició hasta cinco pelotas de set en el segundo que hubiera llevado el duelo a un tercero en el que cualquier cosa podría haber pasado. Y en el primero desperdició una ventaja de 4-2 y 0-30. El Djokovic actual, capaz de levantar partidos imposibles, es el Nadal de no hace tanto, el que conseguía llevarse duelos que parecían perdidos.

Y es que, aparte de la mejoría de Nadal, las esperanzas de que el mallorquín vuelva a conseguir un grande, o al menos luchar por él, es que en la temporada de tierra se ha visto a un Djokovic más humano. Sigue ganando, pero se le ve capaz de perder. Y de hecho lo hizo ayer ante el británico Andy Murray en Roma. Aparte de contra Nadal, se tuvo que emplear a fondo para derrotar en primera ronda de Roma al veterano francés Robert; en la ronda siguiente el brasileño Thomas Bellucci le metió un ´rosco´ espectacular, aunque después remontó con una relativa fascilidad; y en las semifinales el japonés Nishikori solo cedió en la muerte súbita del tercer set después de llevar al límite al número uno.

A Nadal, que ya pierde en sus enfrentamientos directos con Djokovic por 26-23, aunque gana 14-7 en tierra, le faltó ser algo más solvente desde el fondo de la pista, donde se ganan y se pierden los partidos en cancha lenta. Nole dominó los puntos por debajo de los cinco golpes: 41 a 39; empató a 26 en las jugadas que se alargaron entre cinco y nueve tiros y ganó 20-19 por encima de los nueve intercamibos.

Aunque Nadal y su entorno aseguran que nunca están pendientes de los sorteos de los torneos en los que participan, estará atento a lo que suceda el próximo viernes. Si cae en la misma parte del cuadro que el balcánico, si se impone la lógica Nadal y Djokovic se verían las caras en los cuartos de final, como el pasado año en que el serbio se impuso por primera vez al mallorquín en la Phillip Chatrier. Es el resultado de no haber podido sobrepasar al suizo Stan Wawrinka en la cuarta plaza del ránking ATP, que solo hubiera sido posible en el caso de que Nadal se hubiera impuesto en Roma. Nadal, en cualquier caso, está a punto para la gran cita de la temporada, la tierra de París.

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