El piloto mallorquín Joan Mir finalizó el Gran Premio de Francia en la vigésimo quinta posición. Antes de concluir el primer giro, dirección de carrera comunicó al mallorquín que se había adelantado al momento de apagarse el semáforo por lo que le obligaba a realizar un paso por la calle de talleres (Ride Through, en inglés). Mir cumplió con su penalización para regresar a la pista en la última posición de carrera, una traba demasiado grande para el piloto que solo pudo acabar la carrera en la vigésimo quinta posición. En la parte alta, el surafricano Brad Binder (KTM) se adjudicó la segunda victoria consecutiva de la temporada al imponerse en una apretada última vuelta. Binder se colocó primero al principio de la última vuelta y defendió su posición de los ataques del italiano Romano Fenati.