Esto solo acaba de comenzar. O al menos eso se desprende en el Palma Futsal, que después del tremendo golpe que sufrió el sábado, al perder la final de la Copa del Rey ante el todopoderoso ElPozo Murcia a solo veintiséis segundos de la conclusión (3-2), ya mira hacia adelante. "Claro que estoy triste por la manera en la que se produjo la derrota, porque teníamos la victoria en nuestras manos, pero estoy orgulloso porque hicimos un gran partido, fue un gran espectáculo. Además, los comentarios de la gente del fútbol sala han sido muy favorables y eso nos hace sentir contentos. Ha sido una derrota cruel por la forma, pero dulce en el fondo", se explaya el presidente Miquel Jaume en sus reflexiones con DIARIO de MALLORCA.
?
Llegaron ayer al mediodía a la isla sin olvidar lo que había pasado, pero sin fustigarse. "Es que con su último gol se me cayó el mundo encima, porque no me lo esperaba. La prórroga era nuestra, ellos solo despejaban el balón y estaban con cinco faltas. Fue una jugada esporádica, pero lo importante es saber levantarse después de este golpe y lo vamos a hacer. De eso seguro", destaca. De hecho, la eliminatoria de cuartos por el título de Liga ante el Aspil Vidal está a la vuelta de la esquina.
?
Solo han pasado veinticuatro horas de la dolorosa derrota, pero el dirigente lanza un mensaje rebosante de optimismo. "No estamos tan lejos de los grandes. Algún día ganaremos una final porque de las lecciones se aprende", pronuncia con ilusión como si no hiciera ya dieciocho años que fundó el club en Manacor. Jaume tiene claro que apear al Movistar Inter en su pista en cuartos de final, que es el denominado mejor equipo del mundo, y al Barcelona en unas semifinales para la historia, no ha sido casualidad. Como tampoco lo fue llevar al límite a los Miguelín, Raúl Campos, Lima y compañía para que conquistaran el torneo del KO. "Es que mejor no se podía hacer en Sevilla. Hemos aprendido y ha sido una experiencia importante para nosotros, un paso más en nuestro historia. Estas situaciones te hacen más fuerte y le aseguro que mantenemos la ilusión de conseguir un título", afirma tajante.
?
Jaume considera que el momento vivido en el Palacio de los Deportes San Pablo va a tener una influencia positiva de cara al futuro: "Te das cuenta cuando ves el ambiente que hubo y de lo que hizo nuestra afición. Ahí ves la proyección real que tienes. Somos un club que no debemos perder nuestra identidad, hacer mucho trabajo y mucha autocrítica y hacer las cosas con mucha ilusión. Esto ya ha sido un éxito, pero esto nos llevará a uno mayor con el tiempo". Y sus argumentos no se quedan ahí. "Lo que hizo la afición fue impagable, la comunión con el equipo fue increíble. Dicen que los mallorquines somos fríos, pero no fue el caso. Eso no se puede pagar con dinero. A la gente le gustan las finales, pero tienes que motivarles también. No es fácil que 1.200 personas vengan a animarte, hay que estar encima también", añade.
Secreto
El manacorí tiene claro el secreto de que el Palma Futsal esté en la elite del futbol sala nacional con una creciente masa social detrás. "Tengo la gran suerte de tener a mucha gente buena a mi lado, son pocos, pero son buenos y están muy implicados en el proyecto. Somos un barquito al lado de transatlánticos. No hay que olvidar las diferencias con nuestros rivales que están en muchos aspectos. Por ejemplo, nuestros jugadores que tienen más cotización están al nivel de los que tienen menos de los rivales", explica.
?
Jaume huye de la prepotencia, pero destila ambición. "Espero que esto ayude a la campaña de socios de la próxima temporada y que no sea flor de un día. La asistencia es alta con una media de casi dos mil personas o más, pero querría que la gente fuera persistente. El equipo da espectáculo y esto hace que la gente disfrute. 900 socios son pocos para nuestro proyecto", asegura.
?
Y lanza un mensaje a los políticos, que se han volcado con el Palma Futsal ya que había una amplia representación de ellos en Sevilla. "Nosotros nunca hemos vivido de las instituciones. Los políticos tienen que saber que somos un equipo de elite, como hay otros en la isla, que lucha en inferioridad de condiciones. Tienen que querer verlo y ayudar porque aquí han venido muchos. Nos tendrían que respaldar más de forma económica porque los agravios comparativos con nuestros rivales son muy grandes. Buscamos más patrocinadores, que ya saben que les tratamos muy bien, sean grandes o pequeños, y queremos más socios y, si desde la parte política podemos subir un poco el nivel, tendremos un proyecto de fútbol sala muy interesante", reclama. Pero con un detalle que les ha llevado a toda una final de la Copa del Rey. "Sin perder la cabeza", apunta con humildad. Eso seguro.
