Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Atletismo

Humillación al límite a una heroína

Fallos de señalización y una situación de confusión obligaron a recorrer el domingo a Joana Maria Coll 2 kms de más en la 261 Women´s Marathon de Palma

Joana Maria Coll en meta, por detrás de Marga Fullana.

La que debía ser la carrera de su vida se convirtió en un calvario y en una experiencia desoladora. Eso es lo que le sucedió a Joana Maria Coll, una atleta mallorquina -natural de Lloseta y de 31 años- que el domingo disputó su primera maratón, coincidiendo con la 261 Women's Marathon de Palma. Una prueba en la que, por diferentes errores humanos, concluyó "desorientada" y terriblemente "desconsolada".

Un día para olvidar tras ser consciente en plena ruta, y ya con más de tres hora y media de carrera en sus piernas, que por fallos y confusiones ajenas, de señalización y desinformación por parte de miembros de la organización, se estaba viendo obligada a correr dos kilómetros más de los 42.195 metros de los que consta el recorrido de una maratón oficial.

Y es que, según su versión, una sucesión de errores ajenos e irregularidades organizativas afectaron a Joana Maria Coll, quien tras su frustrante y desalentadora primera experiencia en una maratón explicó en su muro de Facebook: "Humillación al límite. Ahí viene Marga Fullana con su carrera de 10 kilómetros (fantástica, enhorabuena), detrás vengo yo con mis ¿44 kilómetros? Hola? No creyeron que estaba acabando la carrera y me mandaron a dar otra vuelta. Tampoco existo en megafonía y me dicen que vaya a recoger un trofeo que tampoco existe. No hay ánimo posible. Resultado oficial tras horas y 38 minutos (séptima absoluta, segunda F30). Mi tiempo real en el kilómetro 40 era de 3 horas y 38:19 minutos, a una media de 4:58 minutos el kilómetro. ¿Quinta? Diez minutos parecen nada pero conllevan miles de horas de entrenamiento detrás".

Una amarga cadena de incidencias en su contra que, sin embargo, Joana Maria Coll superó exhibiendo una enorme fortaleza física, y excelente preparación -pese a superar unos días antes un proceso gripal-.

Y es que pese a competir por primera vez sobre la distancia, y ser una atleta amateur, Joana maria Coll concluyó la prueba, pese a su penalización, en séptima posición, con una marca de tres horas y 38:19 minutos

Situación grotesca

Eso sí, "terriblemente decepcionada" en lo anímico. Por algo, los diferentes errores organizativos de los que fue víctima le obligaron a mantenerse en carreras 10 minutos más de lo que debía y debiendo asumir por ello varios retrasos de posiciones en la clasificación. Sufriendo y pagando así en lo esencialmente formal los diferentes fallos de señalización y organización en los que se incurrió a lo largo del desarrollo de una prueba orientada a la promoción del deporte femenino.

Un cúmulo de adversidades que han dejado "desanimada" a la protagonista de esta grotesca experiencia. Una sucesión de errores de los que nadie quiere responsabilizarse. Un buen ejemplo es la contestación que vía Facebook le ofreció a Joana Maria Coll la organización de la 261 Women's Marathon: "Sentimos muchísimo lo ocurrido. Sabemos de tu disgusto, porque al recibirte en meta hemos sido testigos de tu tristeza, sin llegar a solventarlo. La logística de las vueltas es labor de los jueces de la RFEA (en referencia a la intervención de la Real Federación Española de Atletismo) y, sentimos que se haya cometido este error e intentaremos que nadie más vuelva a sufrirlo".

Reclamación

El resultado es una pésima experiencia de la que Joana Maria Coll ha trasladado un resumen, por escrito, a la comisión de ruta de la RFEA, a modo de reclamación y solicitándoles lo que "me toca", en lo referido al reconocimiento deportivo que considera se merece, así como su justa clasificación oficial de la 261 Women's Marathon, mediante una reducción de su marca en unos 10 minutos.

"Si ustedes representan a esta Federación estoy segura que también representan los valores de los deportistas que, como yo, carecen de un patrocinador, pero no por ello dejan de luchar por sus sueños y por un desafío, en mi caso, de una gran valor sentimental. 10 minutos no son nada en la vida, pero en una carrera, aparte de influir en la posición, conllevan miles de minutos de entrenamiento detrás", demanda.

Compartir el artículo

stats