Rafel Nadal afrontará desde hoy el intento de recuperar su trono en el torneo de Montecarlo, tercer Masters 1.000 de la temporada y primero que se disputa sobre la superficie que más éxitos le ha dado, una tierra batida desde la que espera poder confirmar su salto respecto a 2015.

Nadal quiere llegar en la mejor forma competitiva posible a París, donde se ha coronado en nueve ocasiones, una menos precisamente que en Montecarlo donde llega con ánimos renovados por la mejora de sensaciones en la pista en comparación con el año pasado.

El mallorquín ganó de 2005 a 2012 en el Principado, pero desde entonces sólo llegó a una final más, en 2013 ante Djokovic, cayendo en cuartos en 2014 (David Ferrer) y en semifinales el año pasado (Djokovic). En busca de volver a luchar por el título, comienza con un partido teóricamente asequible ante el británico Aljaz Bedene, pero a partir de ahí vendrían hipotéticos choques duros contra Thiem, Wawrinka, campeón en 2014, y Andy Murray. De este modo, no se vería las caras con el número uno del mundo y actual defensor del título hasta la final. El de Belgrado va por el lado del cuadro del suizo Roger Federer, que ayer debutó con victoria ante Guillermo García López por 6-3 y 6-4. El suizo volvía asi diez semanas después de su último partido, en las semifinales del Abierto de Australia, tras pasar por el quirófano el 3 de febrero por una artroscopia en la rodilla izquierda y tras un intento fallido en Miami, donde no jugó debido a una gastroenteritis.

Andy Murray se dejó un set en el encuentro contra el francés Pierre-Hugues Herbert, de la fase previa, antes de vencer por 6-2, 4-6 y 6-3.

El tenis español sumó tres derrotas en la jornada matinal. Feliciano López cayó ante el belga David Goffin (7-5, 6-0), Daniel Gimeno Traver ante el uruguayo Pablo Cuevas (7-6, 6-7 y 7-6), y la de García-López ante Federer. Verdasco derrotó al argentino Federico Delbonis por 6-0 y 6-3.