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Análisis

El póquer de Marc Márquez

Marc Márquez. efe

Era tan, tan, difícil, tan peligroso, tan complicado mantenerse en pie en este trazado tan resbaladizo que no entiendo cómo Marc (Márquez) ha podido ir tan rápido desde la primera vuelta", explicó Andrea Iannone (Ducati, tercero). "Era imposible, así de sencillo, imposible frenar la moto en la entrada de cada curva, tenías la impresión de que te ibas a ir al suelo en cualquier momento y Marc (Márquez) iba destanciándose más y más, así que este segundo puesto sabe a gloria", remató Jorge Lorenzo (Yamaha, segundo). "Hemos apostado por el neumático delantero más blando, mucho más blando que el de todos mis rivales. Es más, el técnico de Michelin me ha dicho tranquilo, aguantará 15 vueltas, pero las últimas seis ¡apáñate como puedas!, pues se moverá muchísimo y ahí entrarán tus manos para aguantarte en pie. Y así ha sido pero, como tenía suficiente ventaja, he bajado el ritmo y he terminado", narró Marc Márquez nada más bajar del podio, feliz, muy feliz, por haber acertado con su arriesgada apuesta y haber controlado el baile de su moto.

Y es que, aunque Valentino Rossi haya empezado ya, perdón, continuado, su guerra psicológica al decir el sábado que Márquez estaba "exagerando" los problemas de su Honda, lo cierto es que solo Marc es capaz de hacer correr a la RC213V, solo el de Cervera es capaz de ganar, pues la segunda Honda ha terminado a más de minuto de él (la de Cal Crutchlow), así que los problemas de nacimiento de la moto alada son ciertos pero, como reconoce todo el mundo, hasta sus mismos rivales, "las manos de Márquez son las que marcan la diferencia".

De ahí que Marc, tras conseguir un prodigioso póquer de triunfos consecutivos en Austin (Texas), en poles positions y victorias, tras salir líder destacado de EEUU y aterrizar en Jerez como mandamás, con 21 puntos de ventaja sobre Lorenzo, no pare de dar las gracias a todo Japón, a todo Honda, a todo su equipo, liderado por el técnico Santi Hernández, que han obrado el milagro de reconstruir la moto con la que empezó maldiciendo su nacimiento la primera semana de febrero, cuando la probó, por vez primera, en Sepang (Malasia). "Nos falta aún algo de velocidad punta, nos falta bastante aceleración, pero hemos confiado unos en otros, en el durísimo trabajo en fábrica, en noches enteras en el box y en cambiar un poquito mi pilotaje, no mucho, pues ya veis que vuelvo a ir con el cuerpo fuera de la moto, para ser competitivos e intentar ganar. Hace poco más de dos meses apretaba los dientes en Sepang y estaba a un segundo de Jorge (Lorenzo), así que algo de milagro hay en todo esto".

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