No es ni medio normal, ni recomendable, ni tolerable, que tras casi un año de la 'macroredada' del Seprona de la Guardia Civil sobre el trote de las islas todavía los responsables de entidades como el Institut de l'Esport Hípic del Consell de Mallorca y de la Federació Balear de Trot no hayan activado su personación en la causa judicial abierta en torno a la Operación Cabriol. Una evidencia del mundo en el que viven y la altivez de sus discutidos presidentes, Jaume Ramis y Joan Llabata. Un enorme ejercicio de irresponsabilidad temeraria a cargo de los dirigentes de entidades que se pueden terminar viendo involucradas como responsables susbsidiarias de los delitos que se investigan. Por algo, el Institut gestiona la instalación en la que se cometían supuestos maltratos animales e intrusismo profesional, sin que su anterior responsable hiciese nada para evitarlo, y la FBT de Llabata sea la entidad deportivamente responsable de que eso no pudiese suceder. Eso sí, en el caso de Llabata, y visto que incluso se "le pasó" presentar acusación en el 'caso Sorky', ya ni sorprende.
Maó pone en jaque a la FBT
Toni Catchot es el presidente del club que gestiona y organiza las carreras de caballos en el Hipòdrom de Maó, de titularidad municipal, y que en los últimos días ha planteado un aunténtico órdago a la FBT que tan pésimamente dirigen y gestionan Joan Llabata, Rafel Manera, Jaume Grimalt y Nicolau Julià. Su objetivo es simple, lograr que se autorice a un pequeño grupo de caballos disputar en su diada del 'Primero de mayo' dos carreras el mismo día -de aprendices, montados y damas-, como había sucedido durante más de 30 años. El clamor a su favor en Menorca es importante y está avalado por multitud de profesionales y fuerzas políticas, dejando a Llabata con la obligación de posicionarse a favor o en contra de aspectos sobre los que no es capaz ni de opinar oficialmente cuando asiste a las asambleas de la UET.
Le deben una a Martí Dols
Con el minuto de silencio del miércoles en Son Pardo, en memoria de Antonio Sánchez Genovard -padre de los herradores Toni y Xisco-, recordé que el pasado verano no disfrutó de ese pequeño homenaje uno de los hombres que más vivió la historia de los 50 primeros años de vida del hipódromo que construyeron Joan Mora y Joan Lladó, como fue el periodista Joan Martí Dols. Un gran apasionado del trote, y profesional, que no merece el olvido que sufre su figura.
