Con la noria de la Fira del Ram de Palma recortando el horizonte de la visión de Guillem Andreu, Vitorino Mar cruzó la línea de meta de la XXXII edición del ´Gran Premi Govern de les Illes Balears´ como indiscutible triunfador de la gran clásica para nacionales de edad de la programación del Hipòdrom Son Pardo. Una prueba en la que el representante de la Peña Bonanza se impuso por KO a sus ilustres rivales. Unos adversarios que claudicaron estrepitosamente ante la exhibición de superioridad que ofreció el hijo del semental francés Eole, para apuntarse un promedio de 1:16´7 sobre una pista pesada y lenta, por los efectos del temporal reinante.

Con Son Pardo acogiendo casi más cargos políticos que público, y en una carrera en la que su favorito, Vitàlic, se mostró desde un principio falto de energía, a la hora de la verdad Vitorino Mar se limitó a seguir la estela del caballo que dirigía Tomeu Mascaró, tras cederle espacio que necesitaba para salir de su celda en el seno del pelotón y empezar a progresar, todavía a 1.200 metros de meta.

Esa maniobra liberó a Vitàlic y concedió a Guillem Andreu la mejor estela tras la que remontar posiciones a dos, mientras en cabeza de carrera se mantenía Un d´En Fliper, antes de hundirse en la última curva. Vitorino Mar atacó a tres y demostró que su escultural silueta responde al mejor momento de su vida. Un estado de forma que convirtió en un gigante al pequeño campeón de Toni ´Castàn´, mientras muy lejos de su privilegiada posición Vastervik Jazz, con Jaume Fluxá, negaba la segunda plaza a Vanvuit BG.

Doblete: Quarass Rose mantiene su dominio sobre los importados

La segunda clásica autonómica de la reunión matinal de ayer del Hipòdrom Son Pardo, el ´Premi Illes Balears´, registró el segundo triunfo consecutivo en la prueba del campeón francés Quarass Rose. Dirigido por Toni Tur e imponiendo desde un principio la ley del más fuerte. Condición que distingue al caballo de Jaume Tauler como un crack.