Hace décadas que en nuestra isla tenemos que soportar a los políticos de turno, independientemente del partido al que pertenezcan, llenarse la boca con eso de que "hay que desestacionalizar el turismo". Habrán oído decenas de ocasiones reflexiones como esta. "Así habrá más hoteles y restaurantes abiertos en temporada baja y una ayuda decisiva a la oferta complementaria". Pues nada más lejos de la realidad. Por ejemplo, de los cuatro mil ciclistas que participan en la Mallorca 312, una prueba que se desarrolla en un solo día, más del 70 por ciento de ellos llegan del extranjero. Hagan cálculos sobre cuánto dinero puede dejar en la isla cada uno de ellos, más la familia y amigos que le acompañan en abril, que no es agosto. Los organizadores de estas pruebas cicloturistas tienen motivos para sentirse perseguidos. Por supuesto que deben respertarse unas normas, tal y como exige Tráfico, pero es muy curioso que los problemas a los que aluden solo molestan a la Guardia Civil de aquí. Será que en la Península son más tolerantes. De verdad que esto solo pasa en Mallorca.
