El Atlético Rafal sufraga deudas. El club de la populosa barriada de Palma ha abonado medio año de contrato a los exjugadores Adri y Turu, después de que estos jugadores denunciaran a la entidad verde después de tener que abonar, sin un motivo justificado, 600 euros para obtener la baja federativa y conseguir la rescisión del vínculo que mantenían ambas partes.
Tras la denuncia interpuesta en su día por Ramis Abogados en el juzgado en representación de los jugadores, la actual directiva del Atlético Rafal ha llegado a un acuerdo con los afectados para pagarles la cantidad que se les adeuda en el transcurso de los próximos seis meses.
El Atlético Rafal, que cuenta con una directiva completamente renovada y que apenas nada tiene que ver con la que se vio envuelta en este conflicto, no ha querido ir a juicio y ha aceptado pactar con los jugadores.
Los hechos se remontan a final de año de 2014. El Atlético Rafal exigió cobrar para dar la baja federativa a dos jugadores de su plantilla de Tercera División, los futbolistas Adrià Arbós y Juan Carlos Gómez, más conocido por Turu. Estos futbolistas solicitaron su carta de libertad para marcharse al Atlético Soledad de Primera Regional -actual Montuïri-Soledad de Tercera División- después de perder motivación en el club verde. Tuvieron que comprar su libertad ya que se exponían a permanecer hasta junio de 2015 en blanco.
Lo chocante de esta situación, además de la exigencia de los 600 euros, es que se produce en una competición totalmente aficionada, lo que implica que los jugadores no perciben remuneración alguna ni hay contratos con los futbolistas al ser una competición altruista. "Nosotros jugábamos en el Atlético Rafal por puro hobby, porque nos gusta el fútbol. Nos dolió mucho que después de lo que dimos en el Atlético Rafal nos pusieran tantas trabas para irnos a un equipo de distinta categoría y que nos exigieran cobrar para darnos la baja federativa", manifestó anoche Juan Carlos Gómez, Turu.
Este futbolista mostró su satisfacción por haber llegado a un acuerdo. "Para nadie es agradable ir a un juicio, por lo que me parece satisfactorio haber alcanzado un acuerdo con ellos", indicó. "Nos afectó. Nos hicieron una faena muy grande. Después de tres años en el club, en el que nos implicamos totalmente, pedimos para irnos porque habíamos perdido la motivación y nos piden dinero para concedernos la baja. La verdad es que se pasaron", recordó Turu.
El traspaso de futbolistas es habitual, y es normal que en estas operaciones se paguen cantidades de dinero en concepto de indemnización para liberar al futbolista de la relación laboral que mantiene con su club de origen. Sin embargo, eso ocurre en el fútbol profesional, no en el aficionado.
