La obra de reforma de la pista de atletismo del Poliesportiu Prínceps d´Espanya, en Palma, vio la luz ayer, aunque los atletas deberán esperar todavía para hacer uso de ella. Y es que en principio las mejores previsiones contemplan que difícilmente antes del 10 de febrero se completen los trámites burocráticos necesarios para la recepción de la obra. Así lo admitió ayer in situ el director general d´Esports del Govern, Carles Gonyalons, acompañado del presidente de la Federació d´Atletisme de les Illes Balears, Biel Gili.

Además de la necesaria recepción administrativa de la obra, la nueva pista todavía debe ser sometida a su operación de homologación. Una iniciativa que se debía haber desarrollado ayer, pero que se ha retrasado al 30 de enero, sábado, debiendo correr a cargo de técnicos de la Real Federación Española de Atletismo que con ese objetivo se desplazarán desde Madrid y no desde Barcelona, como estaba previsto.

Con la pista todavía pendiente de homologar, Gonyalons explicó que el coste de reforma y mejora de la pista y sus diferentes elementos ha requerido finalmente una inversión de 820.000 euros. Cantidad que supera lo contemplado inicialmente por el proceso administrativo de concesión de la obra, según trascendió ayer.

La renovación del anillo, que no presenta ninguna novedad técnica, "ni innovación", según Carles Gonyalons, ha precisado un plazo de ejecución del doble de los tres meses pactados en un principio. Ya que en el momento de la concesión de la obra se contemplaba que la duración de esta debía prolongarse de principios de agosto a finales de octubre. Al no estar finalizada en el primer plazo previsto se concedió una primera prórroga de dos meses, de noviembre a finales de diciembre, que tampoco ha resultado suficiente. Y es que a principios de enero, tras someter el trabajo realizado a un control de calidad, se resolvió que era necesario modificar el acabado de la superficie de la recta de contrameta.

Una medida que se estimó necesaria para lograr disponer de un acabado de máximas garantías. "Se ha primado la calidad sobre todo. Queremos una pista de primer nivel. La prioridad de la obra la instalamos desde un principio en su calidad y la necesidad de disponer de ocho años de garantías", defendió Carles Gonyalons.

Para doce años de uso

En el Govern se estima que la importante inversión realizada sobre la pista debe permitir disponer de un espacio de máximas garantías durante ocho años y que su ciclo de vida pueda prolongarse hasta doce. Mientras, el presidente del atletismo balear recordó que sus federados, especialmente los que tienen residencia en Palma, han debido afrontar "una situación desesperada" desde agosto. "Sin una sola pista en condiciones para entrenar en toda la ciudad", apuntó Biel Gili.