Mavi García (1984) lleva pocos años montando en bicicleta y en San Luis acudía con la ilusión de ayudar a la selección española a luchar por una tercera plaza en Río. "Es una oportunidad muy buena para mí", señaló antes de viajar a Argentina. "Ya la temporada pasada me llamaron desde la selección, pero no tuve tiempo", indicaba entonces la mallorquina, que precisamente hablaba de los accidentes: "El año pasado me caí varias veces y lo paso mal. Muchas chicas van a toda velocidad porque no han hecho otra cosa toda la vida. Para mí es una situación nueva, voy en bici desde hace tres años".
Ir rápido y aprender una táctica son aspectos distintos en el ciclismo, y complicados de asimilar para quien corre desde hace poco. "En cuanto a la táctica, me falta mucho todavía. Lo más difícil es posicionarme bien en un grupo grande", admite. "Resulta más fácil si la carretera es ancha y hay cuestas. Pero una carretera plana y estrecha es un horror para mí. Para avanzar tiro de fuerza, pero entonces tengo miedo de caerme y encima gasto mucha energía sin necesidad. La experiencia solamente la ganas al final corriendo", reconoce con sinceridad.
"No. Antes, de verdad, no iba en bici en absoluto. Ni siquiera tenía una bici", insiste cuando se le pregunta si de verdad solo corre desde hace tres años. "Un día vino mi hermano y me invitó a dar una vuelta con sus amigos. Ellos hacen auténticas barbaridades... 150 kilómetros por la Serra de Tramuntana a gran velocidad, por ejemplo. Me apunté y me di cuenta de que no iba mal, que podía con ellos. A partir de ahí salía con ellos, pero siempre como la única chica del grupo", recuerda.
Y así empezó su carrera en el duatlón. "Había empezado a correr unos años antes. En el duatlón avanzaba rápidamente y el año pasado gané el Campeonato de España. Y eso me dio el pase para el Campeonato de Europa. En 2016 el Campeonato del Mundo es mi objetivo", asevera.
Su fuerza de voluntad es innegable, el ejemplo es que se plantea probar algún día el triatlón. "Incluso he comenzado a nadar, una vez a la semana. Pero de momento es más para recuperarme de las carreras y el entreno en bici. No tenía planificado hacer triatlón", explica. "Pero alguna vez ya me han dicho que floto bien... que tengo un talento para la natación. Y claro, la ventaja del triatlón es que puedes ganar un buen dinero en los eventos grandes", agrega.
El próximo 27 de febrero se disputa en Mallorca por primera vez el duatlón Powerman Internacional y Mavi García se plantea participar. "Espero que mi agenda me lo permita. Sería una gran oportunidad competir con grandes deportistas internacionales del duatlón y en casa", indica la mallorquina, que siempre ha hecho deporte: "Mi madre siempre quiso que hiciera ballet o gimnasia. Pero yo no quería hacerlo".
"Un día vi a alguien yendo en patines por las calles y me gustó. Hice patinaje artístico en un club de Palma durante diez años y varias veces fui campeona de Balears de mi edad. Pero a los 17 años ya no tenía ganas de practicar muchas horas por semana. Me gustaba más salir con mis amigas", añade.
Ahora, años después, forma parte del equipo femenino de Bizkaia Durango. No le da para ser profesional y compagina su trabajo en una oficina con los entrenamientos y las carreras. "Más o menos, tengo libertad. Me entreno aquí en la isla y para las carreras me voy a Bilbao. Allí nos juntamos todas las chicas del equipo y nos vamos a las carreras. El año pasado participé en unas quince. Y en este quieren que participe en más carreras... porque parece que me fue bastante bien", afirma.
"El ciclismo femenino está fatal"
¿Estará cerca la oportunidad de vivir del deporte, de ser profesional? "¡Poco a poco! Todavía no gano nada con las carreras. Si gano algo es con podios en los duatlón que hago", asevera.
"No, el ciclismo femenino está fatal. Aquí en España no podré vivir de esto. La única posibilidad de hacerlo sería ir a un equipo extranjero", declara. "El año pasado estuve un día en la sede del equipo Lotto femenino, en Bélgica, y allí las chicas no hacen otra cosa que ciclismo. Y viven gran parte del año allí, en la base. Ninguna de ellas trabaja. Y ganan dinero, son profesionales", señala. "Para esto todavía me falta mucho", concluye Mavi García.
