El Puig de Santa Magdalena fue el escenario escogido para disputar la última carrera del Campeonato de Baleares de Montaña, que a la postre decidiría el nombre el del nuevo campeón regional. La prueba, que era una de las novedades de esta temporada, volvía al calendario tras ocho años, y contó con una participación de 22 vehículos.

Gabriel Arrabal llegaba como líder del certamen y tenía una cómoda ventaja que le permitía no tener que arriesgar, ya que le era suficiente con terminar la carrera para ser campeón. Jose Martínez, segundo en el Campeonato, no se inscribía en la prueba, lo que dejaba a Miguel Pujol y su espectacular Seat 600 Proto como el único que podía arrebatar el título al pobler.

Arrabal salió desde el inicio a ganar la carrera, e hizo los mejores tiempos en todas las mangas de entrenos y en las de carreras, obteniendo una victoria que le daba su quinto título de campeón de Balears de montaña.

Pujol hacía volar su 600 Proto y conseguía la segunda posición final, que le hacía ascender hasta la segunda plaza del Autonómico. Nadal Galiana finalizaba en el tercer escalón del podio, con su vetarano Ford Escort MK2, siendo el primero entre los carrozados.

Salvador Seguí, que volvía a la competición tras varios años, se presentaba como el único capaz de inquietar la victoria de Arrabal, pero diversos problemas y la falta de adaptación a su nueva montura le impidieron luchar al máximo, siendo finalmente cuarto de la general, pero dejando claro que será uno de los nombres a tener en cuenta la próxima temporada.

En el apartado de regularidad Sport, Jaime y Enrique Carbonell consiguieron la victoria, lo que les da el título de campeones de la modalidad tras haber ganado ya el título de regularidad en rallies, completando una temporada extraordinaria.

Joan Salom y Paula Puchol fueron segundos, mientras que Mateu Salom y Tina Núñez completaban el podio. En regularidad FEVA los únicos participantes fueron Francisco Mayol y Milan Alcántara, con un MG Migdet.