Todo igual. El estreno de Christian Ziege supuso la continuidad del trabajo realizado hasta su despido por el extécnico blanquiazul Gustavo Siviero. Sin apenas tiempo para plasmar su trabajo semanal sobre el terreno de juego, el Atlético Baleares que se vio ayer en Son Malferit fue una repetición de lo que los aficionados locales ya sabían, aunque el inquilino que se estrenaba en el banquillo era otro bien diferente al de anteriores partidos.

Con todo, se pudo ver un buen partido, propio de la Segunda División B. Ante un rival bien colocado, con las ideas claras y con experiencia para dar y regalar, el once local supo trabajar la victoria sin precipitación, amasando el partido desde el pitido inicial. Y eso que de salida la suerte les sonrió en forma de gol.

Kike López adelantó a los suyos en el marcador, cogiendo en frío a la defensa visitante. Pero, con los fastos del gol blanquiazul más que recientes, llegó el empate visitante, obra de Pablo Morgado, solo en el punto de penalti. Un gol que bloqueó el caudal ofensivo local y propició cierta inseguridad en la zaga blanquiazul.

Afortunadamente, el de ayer no era el día de los atacantes del Badalona. Primero, Pablo Morgado falló solo en el punto de penalti.

Posteriormente, Manu Balda, demasiado lento, tuvo en sus botas la opción de cambiar la historia del partido frente a un Atlético Baleares que solo en el tramo final de la primera parte empezó a despertarse.

La última acción antes del descanso llegó del bando visitante. Por suerte, el libre directo ejecutado por Eugeni solo sirvió para el lucimiento de Pliquett, con una estirada marca de la casa.

Tras el paso por vestuarios, el Atlético Baleares mostró su mejor cara. Puso la directa, y se notó enseguida.

Avisó Joan Vich con un lanzamiento desde la frontal del área, tras acción de Juanjo Nieto por el costado zurdo, que salió fuera por bien poco.

Y dos minutos después llegó la acción de Javi Casares por banda derecha, el rechace en corto dentro del área de la defensa visitante y el zapatazo con la zurda de Thilo Leugers, letal de necesidad y que rompió la igualdad en el marcador.

Con el 2-1 a su favor, el Atlético Baleares se quitó el corsé que llevaba encima. Abrió líneas el Badalona y el partido comenzó a volcarse del costado local. Y llegaron dos goles más.

Uno que no subió al marcador, por fuera de juego de Jaime Hernández, y otro que sí se contabilizó, obra de Rubén Jurado, quien remató por debajo de las piernas de Marc Vito para cerrar el estreno de Christian Ziege como técnico blanquiazul con una victoria? al más puro estilo Siviero.

Atlético Baleares: Pliquett, Vich, Carles Marc, David Prieto, Biel Guasp, Wiemann, Casares, Kike López (Malik, m.71), Jurado (Rodri, m.78), Juanjo y Thilo (Jaime, m.62).

Badalona: Marc Vito, Amantini, Fran Grima, Tendillo (Ponzio, m.70), Rubén Canelada, Carroza, Morgado, Toni Lao, Manu Balda (Bermúdez, m.81), Eugeni y Joan Grasa (David Jiménez, m.60).

Goles: 1-0, m.1: Kike López; 1-1, m.3: Morgado; 2-1, m.52: Thilo; 3-1, m.77: Jurado.

Árbitro: González González

Tarjetas amarillas: a Biel Guasp, Kike López, Thilo, Amantini, Tendillo, Bermúdez y Morgado.