No debe ser fácil admitirlo, y mucho menos públicamente, ante un Auditorium abarrotado por más de 1.500 personas, y una emisión vía streaming seguida por millones de admiradores de todo el mundo. Y eso es lo que hizo ayer el tenista Rafel Nadal, cuando con naturalidad desveló: "He tenido una lesión mental, pero vuelvo a tener ilusión para ganar".

La confesión más esperada sobre los verdaderos males que han condenado al mejor deportista español de todos los tiempos a firmar la peor campaña de su exitosa trayectoria coincidió con su participación en el acto de Palma con motivo de la campaña 'Nuevos tiempos' del Banc de Sabadell.

Un repaso a la vida, trayectoria y planes de futuro del gran campeón de Manacor, de la mano del director de comunicación de la entidad financiera sabadellense, Ramón Rovira. Un mano a mano que llevó a Rafel Nadal a admitir que en 2015 su juego y su tenis han sido víctimas de él mismo, de sus propias "inseguridades".

"Perdí el control"

Sin amarguras, ni reproche alguno. Siempre con una sonrisa y con muchos guiños de complicidad con su interlocutor, Nadal se refirió con humildad, y abiertamente, a sus "inseguridades" y su "falta de control sobre la pista" como las principales consecuencias de la "lesión mental" que en el ránking del tenis mundial le ha descendido hasta el número cinco y le ha dejado por primera vez en once años de trayectoria profesional sin ganar un torneo del Grand Slam, ni un Master 1.000.

Rafel Nadal asegura que la ansiedad, derivada de su problema mental, le ha atenazado, y le ha podido, a la hora de la verdad en los principales partidos que ha disputado, e incluso en el día a día. Igualmente, asume su equivocación por no haberse mostrado siempre "receptivo al cien por cien" ante los consejos y recomendaciones de su equipo.

En un auténtico striptease vital, el campeón olímpico de 2008 se sinceró especialmente cuando reconoció: "Por primera vez en mi carrera profesional no he sido dueño de mis emociones en la pista, no he tenido el control de mis nervios, he pasado malos ratos, pero lo he superado". "No lograba ni que la bola fuese a donde yo quería", asumió, aunque transmitiendo la convicción de haber superado esos malos momentos.

El calvario de Rafel Nadal ha resultado tan extremo que el tenista reconoce que le creó un nivel de inseguridad mental tan importante que llegó a dudar incluso de "cómo pegarle a la bola".

"Fueron sensaciones malas que me han costado superar. Ahora llevo dos meses en que creo estoy haciendo lo que hacía antes, pegarle a la bola como lo siento en ese momento, controlando mejor la ansiedad y volviendo a disfrutar en la pista", plantea con optimismo.

Víctima de las lesiones de 2014

A la hora de referirse a los motivos de su autodestrucción mental y los problemas de seguridad en sí mismo que le han afectado en 2015, Rafel Nadal rechazó que haya excusas, aunque recordó la sucesión de problemas físicos que le castigaron en 2014. Rememorando la lesión de espalda que le impidió ganar la final del Open de Australia, la de muñeca que le mantuvo en el dique seco durante tres meses y, finalmente, la intervención de apendicitis que le obligó a poner fin a su temporada con carácter de urgencia.

"Con las lesiones siempre se pierde seguridad, uno mismo se exige más y todas las cosas que se te plantean se convierten en complicaciones. Personalmente, me ha costado mucho volver a encontrame bien tras el problema de muñeca y de apendicitis de 2014, cuando curiosamente estaba muy bien de las rodillas. Tras eso en el 2015 he estado siete meses en los que me ha costado mucho recuperar el nivel mental y la confianza en mi juego", dijo Nadal.

En claro proceso de mejora

El ser capaz de sobreponerse a un enemigo desconocido y contra el que hasta este año nunca se había enfrentado, como son las dudas sobre uno mismo, motivadas por la ansiedad, es un objetivo que Rafel Nadal entiende que está "en proceso de lograr".

"Los resultados y las sensaciones en los torneos de la segunda mitad de la temporada me están ofreciendo aspectos muy positivos para eso, después de unos primeros siete meses muy malos, y eso me ha permitido volver a disfrutar con mi juego y con el tenis. Me ha reforzado mentalmente", admite Rafel Nadal sobre su proceso de evolución y recuperación.

A lo largo del somero repaso a lo que le ha sucedido durante el desarrollo de su complicado año, Ramón Rovira también interpeló al tenista sobre si ha llegado a plantearse, en algún momento, la retirada, el abandonar y dar por concluida su vida deportiva. Frente a eso la respuesta de Rafel Nadal resultó concluyente. "Nunca he pensado en abandonar el tenis. Lo dejaría si no tuviese ilusión en hacer lo que tengo que hacer, que es jugar", explicó en un principio el tenista de los 14 Grands Slams sobre ese aspecto.

Nadal dejó claro que en todo momento, pese a los numerosos malos ratos de los últimos meses, siempre ha tenido la decisión firme de continuar con su carrera. "Siempre me he levantado a lo largo de los últimos meses con ilusión por seguir jugando y trabajando para ello, aunque a veces entrenando se me iba, pero en ninguna ocasión he pensado en dejarlo", planteó para despejar cualquier duda sobre una posible retirada, o idea suya sobre ello.

"Si se me iban las ganas de entrenar era porque no conseguía controlar la situación y sabía que si no lograba arreglar yo mismo mis problemas no lo conseguiría. Ninguna vez me he planteado dejarlo, ya que la realidad te demuestra que no puedes abandonar a las primeras de cambio y que en la vida no todo siempre será fácil", recordó finalmente Nadal.

El mejor tenista español de todos los tiempos asumió, entre risas, que en algunos momentos ha sentido ganas de cambiar de equipo técnico de apoyo y, de paso, de entrenador, cargo que desde su niñez ocupa su tío Toni. Eso sí, lo dijo sonriendo, y en broma: "Creo que sí que he tenido ganas en algunos momentos".

Sin embargo, a la hora de la vedad, Rafel Nadal dejó claro que no hubiese logrado mejorar con un cambio de equipo, colocando por delante que el problema era él y no la gente que le rodea: "El que está enmedio y el que gana o pierde soy yo. El equipo está para ayudar. Con este equipo he tenido una carrera mejor de lo que hubiera podido imaginar o soñar jamás".

"Tendría poco sentido que a las primeras de cambio de que las cosas no me fuesen de la manera que yo quiero pensar en cambiar de equipo. Sería, en este caso, buscar una excusa fácil o no querer asumir que el problema es uno mismo. Yo sé el problema que he tenido y no ha sido un problema de equipo, si no que ha sido mío y soy yo quien lo debía solventar", explicó a la hora de dejar claro que era él quien tenía la solución en sus manos y no otros.

"No aporté cosas positivas"

"Los de afuera aportan cosas positivas y quien no ha aportado cosas positivas he sido yo. Me ha costado estar lo sufientemente receptivo como para poder captar las cosas que desde fuera me iban diciendo. Y es que creo que cuando uno está con un tema de ansiedad las cosas no se reciben igual de claras. Ahora llevo dos meses que con el mismo equipo la información llega mucho mas clara. Me siento cómodo con ellos y con ilusión para seguir", concluyó Nadal. Una estrella del deporte mundial que en un principio sufrió los rigores del directo, que le obligaron a despojarse de su americana, por un problema con el micrófono y a cambiarlo.