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Análisis: Una segunda oportunidad inmerecida, por Toni Ruiz

El Gran Premio de la Comunidad Valenciana viene marcado por el ambiente viciado tras la sanción a uno de los protagonistas del gran duelo de este fin de semana, que decidirá entre Valentino Rossi y Jorge Lorenzo quien será el campeón mundial en moto GP. El italiano goza de una oportunidad de hacerse con el título que con su antideportiva conducta en Malasia, patada más que demostrada a Márquez, no debería tener, pero la Federación no fue capaz de castigar como debía tal felonía. La caída del catalán no se saldó con un accidente fatal, como hubiera podido ocurrir cuando se trata de un accidente a más de 200 por hora, pero ello no minimiza lo ocurrido. Hacerle salir último, como ha ratificado el TAS, es lo mínimo que cabía esperar, aunque se ha sentado un grave precedente. Ahora bien, establecida esta sanción lo que debe primar es la deportividad y que quien gane verdaderamente sea el deporte. Lo que deben hacer todos los aficionados a las motos es disfrutar del espectáculo.

Lorenzo es el favorito. El mallorquín tiene una clara ventaja para volver a hacerse con el título, y no solo por el hecho de que su rival tenga que protagonizar una remontada espectacular, si no porque llega a este gran premio en buen estado de forma y su adaptación al trazado de Cheste es tradicionalmente mucho mejor que la del italiano. Lorenzo no debe perder los nervios y controlar cualquier atisbo de ansiedad .

El futuro. El mallorquín debe tomar nota también de quién han sido sus apoyos en este decisivo trance, porque el papel de Yamaha, de los federativos, organizadores y hasta de algunos allegados, no ha estado a la altura de lo que cabía. Espero que no haya sido todo para mantener el circo, más allá de las personas.

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